Impactados, todavía atónitos estaban ayer los amigos y allegados de Suso Morlán, el entrenador que llevó a David Cal a la gloria olímpica. El domingo recibían la inesperada noticia de su fallecimiento en la localidad brasileña de Belo Horizonte, donde se encontraba recuperándose de un tumor cerebral que le obligó a pasar por el quirófano hace dos años.

"No me esperaba una noticia así", reconoce su amigo Esteban Alonso, director técnico del Kayak Tudense. "Hace unos días estuve hablando con él y estaba ilusionado porque se iba a ir a un hospital a Houston para tratarse con una eminencia en oncología. La cita que tenía se había visto parada porque el médico que lo iba a tratar había recibido el Nobel de Medicina", explica. "Él incluso bromeaba con la historia de que iba a tener un médico que era premio Nobel. Se le veía muy entero y con mucha fuerza y con un objetivo en su mente que era aguantar sí o sí hasta 2020", dice Alonso.

Igual de perplejo se quedó el presidente de la Federación Gallega, Alfredo Bea, cuando recibió la triste noticia. "Estaba paseando por O Grove y empecé a recibir avisos. Lo contrasté con gente que tiene más contactos, como Esteban Alonso, al que el vicepresidente de la Brasileña le acababa de confirmar lo sucedido. Ya te das cuentas de que sí, de que es verdad", dice abatido.

Bea indica que "no se ha ido uno de los mejores sino el mejor. En el Olimpismo es el mejor técnico de la historia de este país, porque no tiene solo cinco medallas, sino que ha sacado tres medallas más en Brasil. Ocho en total como entrenador. Y en la historia de este deporte ningún entrenador se aproxima más que otro técnico, Miguel García, con cuatro, a los datos de Suso", apunta.

Esteban Alonso indica que "esta última etapa se le veía muy ilusionado". "Había conseguido hacer su vida con una mujer, tenían una hija, y estaba viviendo la vida a tope", cuenta. "Pero de repente llegó este problema que tuvo hace dos años (un tumor cerebral) que le trastocó su vida en el mejor momento. Es un palo porque además todo el éxito deportivo que ha tenido se ve truncado de esta forma", añade.

Para Alfredo Bea, Suso Morlán "es un mito del deporte español": "El cariño de su tierra se va con él. En vida ha tenido todo nuestro cariño y todo el reconocimiento del piragüismo gallego y él lo supo hasta el último momento", dice el dirigente, que apunta que el verano pasado estuvo con él en Montemor o Velho, donde se disputó el Mundial, y donde le hicieron entrega de la medalla de oro de la Federación Gallega, que no pudo venir a recoger durante la gala celebrada el pasado mes de diciembre en Ribadumia. "Me llamó para decirme que iba a Portugal y que le llevara la medalla. Se trajo incluso una bandera gallega", dice el dirigente federativo, que aún recuerda la emoción que sintió cuando le anunciaron que el Centro de Eseñanzas Especiales Deportivas de Piragüismo llevaría su nombre. "Cuando se lo dije y lloró de emoción. Me dijo que estaba encantado y que era un orgullo y un honor para él". Bea recuerda su última conversación, vía WhatsApp, en la que le dijo que ya le llamaría para darle la enhorabuena, en alusión al proceso electoral en el que Bea opta a la reelección al frente de la Federación Gallega. "Me quedaré a la espera de su llamada", se resigna.

Alonso recuerda su última visita a Tui. "Vino el año pasado, en febrero. Iba a venir ahora a probar una canoa en Portugal, donde estaban diseñando un nuevo modelo para Isaquias para competir en el Mundial, y justo tenía programado que viniese a entrenar a Tui otra vez. En principio iban a venir a mediados de octubre, pero este retraso en la clínica de Houston había hecho que pospusiera su visita. Ahora ya no va a ser".

Para Alonso, el legado que deja Morlán es irrepetible. "Es una auténtica barbaridad lo que ha conseguido y nos ha abierto los ojos a muchos, a mí el primero, sobre que no era necesario estar en un equipo nacional, en un régimen de concentración. En el caso de David Cal, demostró que estando en casa, en su entorno, se podían conseguir grandes logros y sin grandes medios y ha conseguido poner a la canoa gallega a un nivel espectacular".

En lo personal, Esteban subraya que "era una persona muy clara y concisa, una persona que se vestía por los pies y un gallego de pro, con un humor muy gallego, con una retranca muy importante". También está seguro de que David Cal "no quitaría ni una medalla si no tuviese detrás a Suso Morlán. Los dos hicieron una pareja entrenador-deportista especialmente buena. David tenía un talento innato, era un diamante en bruto, y Suso supo pulir a la perfección ese diamante y quitarle todo ese rendimiento".

Alfredo Bea apunta que "ahora lo que nos queda es no olvidarle nunca". "Hemos reconocido y reconoceremos el trabajo de Suso siempre y lo que vamos a hacer desde la Federación Gallega es no olvidarlo nunca, porque la gente solo muere cuando se la olvida".