Dos penaltis transformados por Luque y un error defensivo que aprovechó Pallarés dejaron al Pontevedra sin su cuarta victoria a domicilio y con un 3-0 en contra. Un resultado que se antoja demasiado abultado visto lo visto en el Municipal, donde los dos equipos estuvieron flojos, faltos de intensidad y donde hubo pocas ocasiones claras de gol. Aunque cabe reconocer que, después de que el Pontevedra llevase el peso del partido en la primera mitad, los locales fueron mejores en la segunda y dominaron por completo tras el 1-0, cuando el Pontevedra se "fue" del partido.

El cuadro granate aguantó una hora sobre un gélido Municipal de Guijuelo, hasta que en una internada de Manu Fuster en el área Edu acababa derribándolo. El colegiado no se lo pensó y señaló penalti. Julián Luque convertía la pena máxima, adelantando al Guijuelo en el luminoso (1-0). El gol dio aún más alas a los locales, que ampliarían su ventaja tras un garrafal error defensivo. El Pontevedra estaba perdido en el campo, aunque en el 86 pudo recortar distancias con un duro remate desde la frontal. Pero por si a alguien le quedaba alguna esperanza en el minuto 89, Carmona caía en el área granate y el colegiado señalaba un nuevo penalti. Y Julián Luque volvía a batir a Edu, estableciendo el 3-0 definitivo.