Los padres de Cristina, Sara y Ruth aseguran que la presidenta del Sárdoma ha "obrado de mala fe" cuando acudieron en junio pasado para solicitar la baja de sus hijas en el club. "El 7 de junio tuvimos una reunión con la presidenta del Sárdoma y le comunicamos que las niñas se querían marchar", indica el padre de Cristina. En aquella reunión, en la que estaban los padres de unas siete jugadoras, le presentaron "un documento para que firmara para hacer efectiva la baja".

Pero la presidenta, según su versión, les indicó que no les firmaría nada y que a partir del 30 de junio quedarían libres. Así que terminaron de jugar la Copa Galaecia con el Sárdoma pero Cristina y Sara disputaron la Vigo Cup con otro equipo. "Es suficiente con mi palabra, nos dijo", añade la madre de Ruth.

Pero el 1 de agosto recibieron una carta certificada en la que se les comunicaba que las fichas se habían renovado automáticamente en base al reglamento que estipulaba que la baja había sido solicitado fuera de plazo. "Es el último año de categoría para Ruth, Sara y Cristina y hay un artículo que dice que si no manifiestas por carta certificada tanto al club como a la federación del 1 al 31 de julio la baja, el club está en su derecho de renovarlas automáticamente", indica la madre de Sara.

"Eso no nos lo dijo ni cuando firmamos la ficha, ni cuando le indicamos que queríamos solicitar la baja", dice el padre de Cristina. "Ha obrado de mala fe y se están vulnerando los derechos de tres menores que a día de hoy no pueden jugar ni entrenar desde hace tres meses", lamenta la madre de Sara.

Tras recibir la carta, enviaron un correo electrónico al Sárdoma aludiendo a la reunión mantenida en junio. Rosa, madre de Ruth, llamó para solicitar una cita con Aldao para "pedir explicaciones". "Nos presentamos los seis padres que nos encontrábamos en esa situación pero solo quiso recibir a Rosa, a los demás nos dijo que no tenía nada que hablar con nosotros", dicen.

"Dijo que nos habíamos portado muy mal con el club y que el reglamento la respaldaba porque teníamos que haber avisado del 1 al 31 de julio y que lo sentía mucho pero que se regía al reglamento", indica la madre de Ruth. "Las más perjudicadas de todo esto son las niñas, que lo están pasando muy mal con todo esto", admite el padre de Cristina.

"Le pregunté hasta cuándo estaría retenida mi hija y me dijo que hasta que ella quisiera", dice la madre de Ruth. En ese sentido indican que las demás jugadoras ya han sido liberadas, quedando solamente Ruth, Sara y Cristina vinculadas a la entidad "contra su voluntad". Desde entonces, las niñas no han entrenado ni han jugado. "No sé ni qué días son los entrenamientos, ni qué horario tienen, ni nada", dicen. "Además, las niñas no quieren ir", remarca el padre de Cristina. "Somos como socios fantasmas", admitiendo que a día de hoy no pagan las cuotas.

Acudieron a la Federación Gallega poco después de recibir la carta certificada. "Allí nos dijeron que la presidenta tenía razón en base al reglamento y nos instaron a intentar arreglar la situación con ella", argumentan. "Asumimos que enviamos el documento fuera de plazo, pero fue por su culpa, porque fuimos a preguntarle qué teníamos que hacer para tramitar la baja de nuestras hijas y no nos dio la información. Ella obró de mala fe", insiste la madre de Sara.

"Enviamos un burofax al Sárdoma pidiéndole los motivos por los que había renovado esas fichas cuando ya le habíamos comunicado nuestra intención de abandonar el club y le volvíamos a solicitar la baja de las niñas", apuntan. "Nos respondió diciendo que no era la forma de proceder y que ella había obrado de igual manera que con todas las niñas, cosa que no es cierto, y que teníamos un plazo para solicitar la baja y que como no lo habíamos hecho pues estaba en su derecho; es más, incluso nos dijo que nos podría pedir responsabilidades porque las niñas habían estado entrenando en otro club cuando tenían ficha con el Sárdoma", prosiguen.

Al igual que presentaron el burofax al Sárdoma, hicieron lo mismo con la Federación. "Nos convocaron a un acto de incoación y conciliación el 10 de octubre", subrayan. "No se presentó. Vino un abogado en calidad de su representante legal. El mediador hizo un acta en el que nos mantenemos en nuestra reclamación y el abogado del Sárdoma se mantiene en la negativa de dar de baja a las niñas. El Sárdoma tenía un plazo de cuatro días para presentar alegaciones, pero ¿qué plazo tiene la Federación para responder?", se preguntan. "Nos quieren dar largas y no estamos dispuestos a seguir esperando".

Han contactado con el Concello para informar al alcalde Abel Caballero de su situación y se plantean también acudir a la Secretaría Xeral para o Deporte. Hasta piensanen una recogida de firmas para cambiar el reglamento que ahora las retiene. "No queremos dañar al club, pero esta situación es insostenible", indican.

La presidenta del Sárdoma, Begoña Aldao, con la que se ha puesto en contacto este periódico, ha declinado hacer declaraciones sobre el asunto a la espera del fallo de la Federación Gallega en este caso.