El pequeño André, que falleció el año pasado de cáncer, es el motor que une a esta familia. Un emocionado Alejandro, el padre, acompañado de su mujer María José, la madre; su cuñada Rosa, su hermana Mari, su sobrina Laura y Mila, una amiga de la familia, contaba con pena lo sucedido con su hijo y mostraba en su dorsal su foto, una imagen que toda la familia llevaba muy visible.

"Venimos a la carrera desde la primera edición, cuando a mi hijo le descubrieron el tumor", explicó el progenitor mientras era animado por su familia, ocho miembros que mostraban una sintonía envidiable. La razón de su fuerza y ánimo, a pesar de la dura situación que atraviesan, sigue siendo André, al que le querían rendir homenaje con una nueva participación en esta carrera solidaria.

El grupo completó la ruta de cinco kilómetros, que prepararon previamente todos juntos en los alrededores de la salida ataviados con sus camisetas rosas.