Si se aplicasen una valoración pugilística a lo sucedido ayer en As Eiroas, la única cuestión evidente sería que el Ribadumia no habría perdido. Y es que los aurinegros no le perdieron la cara al líder de la categoría en lo que a méritos se refiere. Incluso fueron capaces de convertir a Christopher en claro candidato a MVP de la tarde, pero los goles son implacables y los resultados no entienden de más debate. A Luis Carro le tocó ayer sacar partido a la profundidad de su plantilla. Con ausencias importantes y ante un rival de tanta jerarquía, lo cierto es que el grupo respondió a la perfección tanto en la intensidad como en la concentración que requería el plan de partido. No hubo dominador durante la primera parte. El Ribadumia supo tejer una tela de araña lo suficientemente tupida para que el partido se jugase lejos de su área, pero no aprovechó sus oportunidades.