El Villarreal y el Atlético de Madrid empataron a un gol en La Cerámica en un duelo intenso de fútbol en el que tras una pareja primera parte, el empuje atlético en los primeros compases del segundo periodo le llevó a adelantarse pero la reacción castellonense devolvió las tablas al marcador.

Los locales fueron de menos a más ante un rival que acabó encomendándose a la enorme figura de su guardameta Jan Oblak, que desesperó a los villarrealenses con una sobresaliente actuación, principalmente en los últimos veinte minutos.

A pesar de las precauciones defensivas, ambos equipos salieron decididos a llevarse los tres puntos en juego, aunque ninguno de los dos equipos logró imponerse al otro ya que el primer tiempo se desarrolló con fase de dominio alterno.

Poco tardó el Atlético en adelantarse en el marcador tras reanudarse el partido. En el minuto 51, después de que Griezmann sacase una falta y el local Funes Mori, en su intento de despejar, enviase el balón al larguero, Filipe Luis se benefició del rechace para marcar de cabeza.

El equipo de Calleja trató de reaccionar con celeridad y se hizo con el balón ante un Atlético que esperaba en su campo para salir a la contra y sentenciar el duelo, si bien con el paso de los minutos el equipo de Simeone trató de controlar algo más el balón merced a su ventaja en el marcador.

A pesar de que el partido había entrado en una fase más pausada, con más protagonismo en el centro del terreno de juego, el Villarreal llevó de nuevo las tablas al marcador con un gol de Mario Gaspar tras varios rechaces en el área atlética.

El gol reactivó el choque en ambas áreas. En la recta final, el Villarreal se mostró desatado en ataque. Puso en serios aprietos una defensa que superó pero que se encontraba siempre con Oblak, cuya figura fue creciendo ante las embestidas locales.