La reflexión se prolonga en Bouzas donde Jorge Otero se mantiene como entrenador del Rápido. Las últimas reuniones para evaluar la situación apenas han producido decisiones concretas y el club y el técnico se han dado un tiempo para encontrar una salida a una situación algo enquistada.

Los clubes como el Rápido no disponen de un margen de maniobra económica como para poner y quitar entrenadores de forma frecuente. En Bouzas tienen claro que no van a despedir a Jorge Otero por las bravas aunque entienden que la situación deportiva (han conseguido un punto de los veinticuatro que se han disputado hasta el momento y no han marcado ni un gol) obliga a un cambio. Pero deben hacerlo de la mano de Otero, llegando a alguna clase de acuerdo con él. El de Nigrán ayer no dirigió al equipo para estirar el periodo de reflexión y en las próximas horas se reanudarán las conversaciones en busca de "la mejor de las soluciones".

No puede descartarse ninguna salida a esta crisis que ha dejado a los de Bouzas en una situación muy delicada, obligados a remontar de forma enérgica en las próximas semanas para no verse demasiado descolgados antes de tiempo. Si el club no piensa despedirlo y Otero no da un paso al lado podría darse el caso de que volviese a sentarse en el banquillo el próximo fin de semana. Detalles que se irán viendo a lo largo de esta semana. El club se ha reunido con los jugadores y les ha explicado la situación en la que se encuentra el club. Han entrenado ayer a las órdenes del resto del cuerpo técnico del club que ha trabajado en la recuperación sobre todo anímica de un grupo que sufrió un serio mazazo el pasado domingo con la injusta derrota ante el Burgos cuyo técnico precisamente salvó la cabeza en el duelo del Baltasar Pujales. Hoy tal vez tengan claro quién será su entrenador el domingo.