El gallego Javier Gómez Noya ha culminado el Ironman disputada en Kailua-Kona (Hawái, Estados Unidos) con un tiempo de 8 horas 11 minutos y 41 segundo, una prueba en la que el alemán Patrick Lange se proclamó campeón del mundo por segundo año consecutivo con una marca de 7h 52:39, crono que supone un nuevo récord pues nadie había bajado hasta el momento de 8 horas.

Lange entró en la tercera y última prueba, maratón, 42,195 kilómetros, con más de seis minutos de desventaja respecto al primer clasificado tras terminar la especialidad de ciclismo, el australiano Cameron Wurf.

Y aprovechó su mejor ritmo en carrera -no en vano es el poseedor del récord de maratón en Hawai desde 2016, 2h 39:45- para remontar posiciones e imponerse en la línea de meta con el espectacular logro de bajar de las 8 horas por primera vez en las 40 ediciones de la prueba.

Los registros de Lange fueron 50:37 en los 3,8 kilómetros de natación, 4h 16:05 en los 180 de ciclismo y 2h 41:31 de atletismo.

Al término de la prueba, y al confirmar que había bajado de las 8 horas en competición, Lange interrumpió la entrevista oficial que le estaban haciendo ante el público para arrodillarse y pedir matrimonio a su novia, Julia, quien aceptó ante los aplausos de los presentes.

Sus compañeros en el podio fueron el belga Bart Aernouts (7h 56:41) y el británico David McNamee (8h 01:09).

Por su parte, Gómez Noya, cinco veces campeón mundial de triatlón clásico y subcampeón olímpico en Londres 2012, que afrontaba su primer Ironman de Hawai salió quinto de la prueba de natación y aguantó bien en las primeras posiciones hasta el kilómetro 30 del maratón.

El otro gallego en la prueba, Iván Raña, campeón mundial de triatlón clásico en 2002 y bicampeón europeo (2002, 2003), terminó en vigésimo quinta posición con un tiempo de 8 horas, 27 minutos y 52 segundos, la peor de sus seis participaciones en la exigente prueba hawaiana, tras el decimoséptimo puesto logrado en 2014. En el año de su debut, 2013, fue sexto.