Porriño vuelve a vivir baloncesto con el debut de su equipo de baloncesto en Liga EBA. El equipo entrenado por Jenaro Alonso debuta mañana en Salamanca ante uno de los equipos que está llamado a ascender de categoría.

Los porriñeses continúan siendo fieles a su nombre y a la filosofía con la que se creó el club, y es que de la plantilla que debuta mañana en Liga EBA, ocho jugadores han salido de las categorías inferiores del club, y dos de ellos incluso entrenan en esas categorías inferiores. El resto de jugadores son de Vigo y su área de influencia, varios de ellos con experiencia en la categoría. La plantilla no contará con jugadores foráneos, primero por mantener la identidad, y segundo porque la Federación Española ha cambiado este año el precio de las fichas, multiplicando su precio para los jugadores extranjeros, por lo que no serán muchos los que elijan esta opción.

Uno de ellos es el Aquimisa Carbajosa, primer rival de los porriñeses, que cuenta con tres americanos, un senegalés, un nigeriano, un canadiense y un serbio. Posiblemente uno de los rivales más importantes del campeonato.

Los porriñeses han disputado cuatro amistosos en pretemporada, con un balance muy positivo. "Los resultados en Copa Galicia", apuntó Jenaro, "incluso fueron sorprendentes para nosotros. Lo hicimos especialmente bien, ganados dos de tres partidos, y en el último partidos, sino se hubiera ido nuestro pivot, pues posiblemente lo hubiéramos ganado también". Y es que un día antes de ese último partido de la fase previa de la Copa Galicia, Guido Villamil le comunicaba al equipo que aceptaba una oferta del CB Zamora de Leb Plata y abandonaba al equipo porriñés. Una situación que dejó tocado al equipo y que ahora obliga a buscar un nuevo jugador interior, con los problemas que la situación ofrece al estar prácticamente todas las plantillas cerradas. "Nosotros tenemos una carencia de juego interior", prosiguió Jenaro, "y este era un jugador que además de encajar perfectamente en esa posición, encajó perfectamente en el grupo. Somos ocho jugadores que llevamos jugando juntos desde siempre, y no es fácil encajar para la gente que viene de fuera. Psicológicamente creo que fue un mazazo. El mercado está muy complicado y nuestro proyecto es de baloncesto base. Ocho de diez jugadores son de club y es muy caro fichar. Se está buscando, se está rastreando el mercado, también pretendemos que el jugador que venga haga una labor formativa ya que una de las formas de justificar una ficha es que el jugador entrenara".

Sobre la nueva categoría, el entrenador del Porriño Baloncesto Base dijo que "hay equipos que tienen una capacidad económica muy alta y han fichado y lo han hecho bien, caso del equipo con el que nos enfrentamos mañana. Hay equipos con mucho nivel, pero también habrá equipos de nuestro nivel. En la mayoría de los equipos contra los que nos hemos enfrentado sobre la experiencia y aquellos que han ascendido como nosotros, han tenido la capacidad, ya sea por un patrocinio más duro o más fuerte de poder fichar, entonces no me puedo hacer una idea, puesto que tampoco hay vídeos a los que poder acceder. Los tres de Galicia más Chantada, que son contra los que nos hemos enfrentado sea más o me lo que hacen, lo que son, pero es complicado".

A diferencia de otros equipos, que la mayoría de la plantilla lleve tantos años jugando junta es una ventaja. "Primero creo que tenemos la ventaja de la identidad", apuntó el técnico, "ellos saben lo que les voy a exigir. No voy a cambiar de la noche a la mañana. Llevo varios años trabajando con ellos, aunque si que es cierto que el nivel de exigencia ha cambiado, entrenamos un día más a la semana, ya son cuatro días, los viajes son más largos, hacemos físico los cuatro días, todo esto ellos lo tienen asumido. Se van a identificar con lo que hacemos, se van a identificar con el club porque son gente de club, ya que hay siete jugadores que han comenzado en benjamines y hay dos jugadores que además de jugar son también entrenadores".