Desde el año 2013 Iván Raña no falta a su cita con Kona (Hawaii), donde se disputa el Campeonato del Mundo de Ironman. En su primera participación fue sexto, decimoséptimo en 2014; duodécimo en 2015; noveno en 2016 y undécimo en 2017. Este año anuncia que llega mejor preparado que nunca, "más hecho a la distancia", y lleno de ilusión para pelear por un podio que, hasta ahora, le ha sido esquivo.

- Sexto Ironman de Hawaii. ¿Cómo llega este año a la cita?

- Este año yo creo que llego, no sé si mejor preparado, pero sí con las cosas más claras sobre cómo hay que trabajar para un Ironman. Espero que aún me pille a tiempo. Lo afronto con la ilusión de cada año, pensando que voy a estar ahí, delante, peleando por la carrera. Ya tengo algo de experiencia en esto de asimilar los momentos buenos y malos, porque te afecta igual el bueno que el malo; que venga lo que tenga que venir.

- A la hora de hacer la quiniela del podio, Iván Raña siempre es una constante...

- Estar en las quinielas, para el público en general que no entiende muy a fondo lo que es este deporte, igual no tanto, porque al final yo creo que llega poca información técnica de lo que es el triatlón y, sobre todo, el Ironman, que aquí aún sigue siendo un poco desconocido. Así que para la gente en general igual no soy el favorito, pero yo sé que alguno me va a vigilar. De todos modos, no es algo que a mí me preocupe mucho eso de ir de favorito. Yo sé que he trabajado bien este año, incluso mejor que el año pasado, y creo que llego más hecho a la distancia.

- Kona ya le ha mostrado su parte amable y también su parte más dura. ¿Qué hace que año tras año siga luchando por estar ahí?

- Hawaii es una carrera que te puede salir muy bien de salida y luego encontrarte lo que es el Ironman de verdad. Te obliga a una preparación en la que apuestas todo a una carta, porque al final estar en Hawaii es estar pendiente de esta carrera. Hay pocos casos de deportistas que puedan preparar otras carreras y luego llegar a Hawaii a tope. Es una carrera cruel también porque te lo puede dar todo o quitártelo todo, en el sentido de que te puede quitar credibilidad. Allí, si tienes un día malo, no acabas o acabas andando, porque el ritmo es mucho más grande y los rivales son los mejores del mundo. Creo que es la carrera a la que todo el mundo llega a tope y estar delante en Hawaii es muy bueno, pero estar detrás es cruel porque solo para acabar ya rezas. Pero bueno, ahora ya que la conozco, tengo la suerte también de decir que los últimos cinco años estuve ahí. No he ganado ni he estado en el podio, pero he sido bastante regular. He estado siempre ahí, en carrera, y eso a mí me llena.

- ¿Ha introducido cambios en sus entrenamientos para preparar esta edición?

- Lo que he hecho este año es quedarme en Galicia, directamente. Llevo doce semanas sin competir nada de nada, solo un duatlón popular que hice en Madrid, pero que ni preparé. La tenía ahí calendada y ya está. He hecho doce semanas de entrenamiento desde la última carrera que hice, así que quizá llego sin ese ritmo que te da la competición, pero sólido, que es de lo que se trata. Son tantas horas de carrera que no solo vives del ritmo de carrera, de la intensidad.

- ¿Cómo influye este año la presencia de un triatleta de la talla de Javier Gómez Noya?

- La presencia de Javi puede cambiar la carrera, sobre todo a nivel mediático. Creo que es bueno, sobre todo para Galicia, para que los chavales que empiezan sepan qué es el Ironman, porque creo que dentro del triatlón falta reconocimiento a la distancia en España y, a nivel de público en general, aún mucho más. De hecho, dos gallegos nos vamos a la carrera más dura que hay en el mundo del triatlón, la más mítica, y parece que pasa hasta desapercibida a nivel institucional. Parece ya casi un trámite, como que Noya y Raña tienen que estar ahí siempre. Pero creo es un hecho histórico en el triatlón gallego sobre todo y algún día se dará cuenta la gente lo que supone preparar una carrera como Hawaii: el entrenamiento, la comida.. Es un estilo de vida. Creo que nosotros deberíamos contarlo más en profundidad porque así quizá se valoraría mucho más este trabajo.

- Volverá a competir con su paisano, después de tantos años.

- Competir con Javi siempre es motivante. La trayectoria que tiene nadie la ha tenido en distancia olímpica y ahora se cambia al Ironman, que son carreras más duras y más difíciles de dominar, como hacía él. Yo creo que va a estar delante, seguro. Estaremos ahí dos gallegos que viven uno a 60 kilómetros del otro, y me parece algo brutal porque cuesta mucho clasificarse como profesional para la cita de Kona. Cada año es más selectiva y tenemos esa suerte de poder disfrutarlo otro año.

- ¿Qué opciones cree que tiene?

- Tiene unas condiciones brutales para el triatlón y para el Ironman, para todas las distancias, pero es cierto que Hawaii es otra carrera diferente, con unas condiciones en bici en las que un momento malo te puede hacer perder mucho tiempo. No me atrevo a decir qué puesto puede hacer. Para su primer Ironman podía asegurar que iba a hacer podio, pero en Hawaii no puedo asegurarlo. Igual llega y gana o hace podio, o igual acaba más atrás y eso no quiere decir que no esté preparado para esto, simplemente que esta es una carrera que hay que conocer y ya está. No me puedo mojar porque he estado ahí y es un puto infierno. En una carrera pequeña un mal momento te hace perder dos minutos pero aquí es perder incluso quince.