Arnold Schwarzenegger protagonizó sin saberlo la epifanía de Jorge Álvarez Díaz. El vigués apenas tenía 17 años cuando descubrió al austríaco posando en Muscle&Fitness, la publicación de referencia en el mundo del culturismo. Esa imagen fue la que lo encaminó hacia un deporte cuya práctica no ha abandonado desde entonces. Este fin de semana, casi tres décadas después de la revelación, podrá conocer al fin a su ídolo. Jorge competirá en la prueba de 'men's physique' del Arnold Classic Europe, un evento multiciplinar que el deportista, empresario y actor ya nacionalizado estadounidense organiza en Barcelona. "Me hace ilusión. Schwarzenegger es un referente para cualquier persona que esté relacionada con este tema. Verlo delante o que te entregue un trofeo es un sueño. Treinta años después lo veré en persona, lo conoceré, estaré en un evento que organiza él... Para mí eso ya es todo un éxito", asegura. Aunque no se conforma, quizás porque la exigencia forma parte también de lo que Schwarzenegger, siete veces Mister Olympia -récord de precocidad, seis títulos consecutivos y uno último en un regreso sorpresa-, le inspiró. Jorge aspira al podio en alguna de las categorías en las que compite. Se ha preparado a conciencia para intentarlo.

Edad y circunstancias han elevado la dificultad del reto. Jorge Álvarez ha tenido que abandonar el culturismo canónico por culpa de las lesiones, una de rodilla especialmente fastidiosa. La modalidad 'men's physique' se le presentó como la alternativa adecuada. Aunque también se esculpa el cuerpo, "no se busca un volumen tan drástico sino unas líneas más suaves, una definición, una forma más estética con la cintura muy estrecha, hombros y espaldas anchos... En culturismo hoy en día prima el desarrollo máximo de la masa muscular,. El 'men's physique' también pertenece a la Federación Internacional de Fisioculturismo y Fitness. Cuentan igualmente el tamaño, la definición o la simetría, pero la línea es otra". Otra diferencia es que el posado se realiza con bañador largo y no con el slip clásico.

El cambio, aunque pueda parecer de matices a ojos de un lego, implica una transformación profunda en las rutinas de entrenamiento. "Me ha llevado casi un año cambiar la forma muscular totalmente. He tenido que reducir mucho más la cintura, trabajar con hipopresivos que ayudan a reducir la zona visceral y centrarme más en la parte externa del hombro, para darle más redondez y amplitud, dejando si caso más descuidado el brazo. He cambiado la filosofía de entreno".

El vigués compagina bien su agenda deportiva y laboral. Ejerce de preparador físico personal y monitor en el gimnasio Imperium. "Estar trabajando ya en un gimnasio te facilita la preparación. Los dueños me están apoyando muchísimo en este sentido. Es desde luego más fácil para mí que para una persona que trabaje en una oficina y luego tenga que ir al gimnasio", admite.

No se mitiga el sacrificio en lo que toca a la alimentación, que ha sido especialmente intenso durante los últimos cuatro meses. "La dieta es igual de estricta que en el culturismo", explica Jorge. "En el periodo de volumen no consumes tantas calorías, pero a la hora de preparar una competición es muy similar porque tienes que ir con la piel pegada al músculo, sin gota de grasa ni agua subcutánea".

En su caso, además, debe lidiar con la biología de esos 46 años que cumplirá en diciembre. "Se hace más fastidiado con la edad y tienes que cuidarte mucho. El metabolismo se va ralentizando y necesitas controlar la dieta más que un chico de 25 o 30 años", detalla. "También tardas más en recuperarte de los entrenamientos. Debes buscar una manera más inteligente de entrenar, no mover tantos kilos sino realizar sesiones más largas no tan pesadas. Cambia el sistema de trabajo".

Toda su programación se ha enfocado hacia lo que sucederá en las próximas horas. El Arnold Classic Europe ha sido su objetivo desde hace un año. Schwarzenegger lo creó primero en Estados Unidos. Ahora ya tiene también ediciones anuales en Asia o Sudamérica. Barcelona ejerce de sede europea. En la Fira, el recinto ferial de la Ciudad Condal, se congregan de hoy al domingo todo tipo de actividades relacionadas con los deportes de musculación y fuerza, amén de otros alternativos. Se le añade la actividad mercantil alrededor de marcas de nutrición, ropa, maquinaria... "Es uno de los eventos más importantes a nivel de Europa. La base es el culturismo y fitness, pero no solo consiste en eso", resume Jorge. A nivel deportivo alcanza la categoría de Mundial. "Viene gente de todas partes, con un nivel muy grande. Después de Mister Olympia, quizás sea la competición más importante que hay".

La jerarquía de los rivales arredra a muchos. En España hay arededor de 2.000 fisioculturistas con licencia. Al Arnold Classic Europe acudirán 120 entre mujeres y hombres. Jorge compite hoy en Master, la prueba reservada a mayores de 40 años, y mañana en la sénior, sin límites de edad. "Hay varios rivales buenos. Conozco unos cuantos. En Master me veo con opciones. Mis miras son de hacer un podio. No es fácil, pero se intentará. En sénior con estar entre los diez o seis primeros me daría con un canto en los dientes", calibra.

Siendo un deporte de valoración, todo queda en manos de los jueces. El vigués, no obstante, descarta cualquier controversia: "Polémica suele haber en campeonatos provinciales. Hay muchos jueces o sponsors que al mismo tiempo tienen gimnasios o llevan a gente a competir. No es tan serio como sería deseable. A nivel internacional son jueces profesionales, con mucha experiencia y que están constantemente haciendo cursos. No conocen a nadie y si coincidiese que sí, pondrían a otro".

Schwarzenegger no solo promueve y organiza. Forma parte del espectáculo. El también exgobernador de California, de 71 años, ha programado diversos actos en Barcelona. Jorge le renueva su admiración: "Él se dio a conocer por la cantidad de Olympias que ganó, de ahí comenzó a trabajar como actor y no reniega de sus orígenes. Es una persona muy implicada todavía en el culturismo y el fitness. Con estos eventos trata de que sean más conocidos". Con Jorge, en aquella encrucijada hace 29 años, tuvo éxito. Su mirada desde la portada de una revista le cambió la vida.