Enric Mas (Artá Baleares, 23 años) se ha convertido con su segundo puesto en la Vuelta en una esperanza con destellos de realidad que ya ilumina e ilusiona al necesitado ciclismo español.

Contador lo dijo bien claro. "Enric Mas es el futuro". Lo sabía bien el madrileño, ya que el talento que demostró el mallorquín cuando entró en el Centro de Tecnificación de Mallorca se reflejó en la Fundación Alberto Contador.

Pero antes, Mas pasó por el AEL valenciano como cadete y por el Castillo de Onda de Castellón en juveniles, donde los técnicos de Contador lo reclutaron para el equipo sub 23.

En su debut en la categoría ya lanzó un aviso, fue el mejor joven en la Vuelta al Bidasoa, y un año después se quedó a un metro de vencer al colombiano Steven Calderón. Su exhibición superó las fronteras y los ojeadores tenían dónde clavar sus ojos.

En 2016 recibió una oferta del Klein Constantia, el filial del Quick Step, donde le ofrecieron unas condiciones irrechazables, sobre todo a la hora de ofrecerle un calendario ideal para sus condiciones.

La temporada 2018 queda en la mente de Mas para siempre. El año de su presentación en sociedad con laureles. En la Vuelta al País Vasco estrenó su palmarés profesional en Arrate. En la Vuelta ganó la etapa reina en el Coll de la Gallina. Segundo en el podio de Madrid con 23 años. Enric Mas ya bucea en el ciclismo de élite.

Simon Yates (Mitchelton) acaba de pasar a la historia del ciclismo por su triunfo en la Vuelta y completar un hecho sin precedentes: Gran Bretaña es el primer país con tres campeones diferentes en las tres grandes dentro del mismo año.

Y Yates, de 26 años, nacido en Bury, un distrito del Gran Manchester, ha sido el encargado de ampliar el imperio británico en el ciclismo mundial, un ciclismo lanzado, ganador además de las últimas cinco grandes.

Ya es el heredero de Wiggins, Froome y Geraint Thomas, y suyo es el futuro, aunque él señala a su hermano gemelo Adam, compañero en el Mitchelton y su gregario en la Vuelta.

Como todos los campeones británicos, excepto Froome, el maillot rojo de la Vuelta procede de la pista, de esa factoría de genios que ha producido la Academia de Ciclismo Británica. Fue campeón del Mundo por puntos en 2013. Su sueño entonces lo quería extender a la ruta. En categoría sub 23 y ya sobre asfalto destacó con el título nacional británico en 2013 y en el Tour del Porvenir se asomó con dos victorias de etapa.

Yates, que se comía con gusto un bocadillo de bacon en el traslado en tren de Lleida a Madrid, no piensa ya en la pista, pero es una modalidad que utiliza en invierno como preparación.

Su presentación en sociedad se produjo en 2016, cuando fue sexto en la Vuelta. También destacó un año después en el Tour, donde acabó séptimo y maillot blanco de mejor joven. En 2018 ganó 3 etapas en el Giro, fue líder 13 días y se hundió a 3 días del final. Terrible decepción. Una cuenta pendiente que sangraba a mares. Pero la herida la curó en la Vuelta subiendo al podio de Cibeles.