El Pontevedra logró salvar un punto ante el Valladolid B en un partido muy gris, en el que ninguno de los dos equipos llegó a exponer lo suficiente como para merecer la victoria, a pesar de que el cuadro granate se volcó al ataque en los últimos minutos en busca de los tres puntos, pero el reparto final se antoja justo.

Esos últimos diez minutos de partido fueron los mejores del Pontevedra que, sin contar el penalti con el que logró la igualada, no tiró entre los tres palos hasta el minuto 93. Fue un encuentro que se puso cuesta arriba para los locales al filo del descanso, pero en la segunda mitad, y más a base de casta y corazón que de orden y buen juego, lograron poner las tablas en el marcador.

El Pontevedra empezó muy activo en ataque, pero con el paso de los minutos el partido se puso cómodo para el Valladolid B, jugándose en el centro del campo, sin trabajo para los porteros y con muchas imprecisión, pero al filo del descanso el conjunto visitante se puso en ventaja.

En la reanudación, el encuentro discurrió con un cuadro granate que intentaba llevar la iniciativa y con el Valladolid esperando para sentenciar a la contra, hasta que en el minuto 74 establece la igualada.