"El espíritu lleva al cuerpo; la fuerza mental es la clave", suele decir Eliud Kipchoge. Ayer en Berlín, el mejor maratoniano de la historia añadió a su palmarés un récord del mundo de leyenda, al pulverizar la precedente marca en más de un minuto.

Con un tiempo de 2 horas, un minuto y 39 segundos, el keniano de 33 años se convierte en el primer ser humano en correr la distancia por debajo de las 2 horas y dos minutos. Kipchoge hizo cenizas el récord precedente que ostentaba su compatriota Dennis Kimetto (2 horas 02 minutos 57 segundos) sobre el mismo recorrido berlinés en 2014.

"¡Mi única palabra es gracias!", lanzó a su llegada después de celebrar su éxito con una energía impropia de quien ha corrido sin parar durante más de dos horas.

Maestro absoluto del maratón, ganador de diez de las once pruebas que disputó (entre ellas tres en Londres, tres en Berlín y el maratón olímpico de Rio), Kipchoge dio un paso más en busca de rebajar la barrera mítica de las dos horas.

En Italia en 2017, en un test privado no homologado, corrió los 42,195 kilómetros en 2 horas y 25 segundos.

Ayer, su mirada y su concentración sobre la línea de salida presagiaban una buena marca: "Cuando corro, desconecto mis pensamientos para centrarme únicamente en la carrera", dijo.

Desde el principio estuvo en los puestos punteros, solo precedido por sus 'liebres' durante la primera hora.

Las condiciones se aliaron con el keniano: una temperatura suave de 20ºC, un día soleado y la ausencia de viento contribuyeron a su registro.

Con un paso liviano, el keniano fue aumentando poco a poco la ventaja sobre sus principales adversarios y marcando tiempos parciales por debajo del récord de Kimetto.

En el kilómetro 26, ya solo al frente, este gran lector de filosofía e encontró sin ayudas para el gran reto de lograr el récord del mundo.