Liberado sin Cristiano Ronaldo, el tanto por partido de Gareth Bale y la cara más goleadora de Karim Benzema, autor de un doblete, guiaron al Real Madrid a una goleada en el Santiago Bernabéu ante el Leganés (4-1), el día que se produjo el relevo en portería con el debut de Courtois. El adiós de Cristiano tendrá numerosas connotaciones negativas para el Real Madrid y quizás no tantas positivas, pero algunas salen pronto a la luz. El gol ya no recae en una figura y la responsabilidad la asumen dos futbolistas que han dado el salto en el inicio de curso: Bale y Benzema.

Cuando todo apuntaba a que el cambio en la portería llegaría tras el parón por partidos de selecciones, con Courtois ganando ritmo en dos partidos de rodaje con Bélgica, Lopetegui sorprendió a todos.

El Leganés pareció atemorizado de inicio, como impresionado por el Bernabéu. El Real Madrid jugó con comodidad, traspasó líneas con facilidad y generó peligro. El premio no tardó en llegar y lo hizo de nuevo con Bale. Enganchó con un buen gesto y de derecha una asistencia de cabeza de Carvajal tras la visión de Ramos en el pase en largo. Apuntaba noche plácida para un líder que podía explotar su pegada, cuando la primera llegada del Leganés tuvo premio. De nuevo un despiste defensivo de Marcelo propició un penalti de Casemiro a Eraso. Carrillo no desaprovechó la oportunidad en la pena máxima.El empate asentó al Leganés, que juntó líneas y ajustó marcas. Así llegó la primera parada de Courtois tras un error de Casemiro.

El dominio madridista sin remate apenas dejó un intento de cabeza de Bale y una volea magnífica de Benzema que sacó con mérito Cuéllar abajo. Lo debía corregir en el segundo acto y salió lanzado.

A los tres minutos de la reanudación Asensio aparecía por la izquierda y su centro medido lo cabeceaba a la red Karim. Su disputa por la zona con Silva provocó la consulta del VAR.

El Real Madrid ya jugaba con viento a favor y la calurosa noche en la capital no invitaba a pensar en una nueva reacción del Lega. Un disparo cruzado de Santos fue su último intento. Las ganas de más y no rebajar la intensidad comienzan a ser señas de identidad del Real Madrid de Lopetegui. Quiso la goleada y la consiguió. El gesto técnico más bonito lo dejó Kroos, enganchando con el exterior un centro suave y acariciando el palo. Benzema firmaba su doblete con un gol de matador. Se asoció con Modric y sacó un disparo cruzado ajustado imparable para Cuéllar.