Sebastian Vettel impuso en el Gran Premio de Bélgica disputado en el circuito de Spa-Francorchamps la ley que indica que el Ferrari es el coche más veloz en este trazado al adelantar a Lewis Hamilton (Mercedes) en un caótico inicio con un choque y varios abandonos, entre ellos el de Fernando Alonso. Su McLaren saltó por los aires, aunque sin consecuencias físicas para el asturiano.

Con esta victoria, Vettel recortó siete puntos a Hamilton en la lucha por el pentacampeonato que mantienen ambos pilotos, enmendando su mala vuelta final en la clasificación con un gran adelantamiento en el primer giro de la carrera. Aún así, el segundo puesto del británico le permite retener 17 tantos de renta a su favor. Vettel supera así al francés Alain Prost con sus 52 victorias y solo tiene por delante los 67 triunfos de Hamilton y los 91 de Michael Schumacher.

La salida en Spa fue dramática. Una mala frenada de Hülkenberg provocó que embistiera al McLaren de Fernando Alonso, que voló sobre el coche del monegasco Charles Leclerc y originó la retirada de Raikkonen y Ricciardo. El McLaren de Alonso tocó el alerón trasero del Red Bull y pasó por encima del Sauber de Leclerc, a quien el "halo" le salvó de haber sufrido consecuencias graves y que tuvo que retirarse también. Ricciardo, que pudo pasar por talleres y regresar, provocó al quedarse sin alerón un pinchazo de Raikkonen, que acabó retirado seis vueltas después.

Entretanto, justo antes de la salida del coche de seguridad, Vettel demostró la superioridad de Ferrari en Spa con un adelantamiento inapelable a Hamilton. Tras cuatro vueltas con el coche de seguridad, Hamilton se veía incapaz de superar a Vettel, que conseguía escaparse.

El ídolo local, el holandés Max Verstappen (Red Bull), progresaba jaleado por una grada de aficionados con camisetas naranjas y se quitó con una gran maniobra a Esteban Ocon e hizo lo propio con Sergio Pérez para ponerse tercero, lejos de Hamilton. Por detrás, Bottas era uno de los beneficiados del caos, ya que en apenas 20 vueltas pasaba del decimoséptimo puesto al sexto, con adelantamientos de categoría como el que hizo al neozelandés Brendon Hartley en "Eau Rouge". También mejoró mucho su posición Carlos Sainz, que había salido penúltimo por un cambio de motor de última hora, y se colocó en la cercanía de los puntos, decimotercero, cuando se aproximaba el ecuador de la carrera.

En la vuelta 22 paró Hamilton, que colocó el neumático blando en lugar del superblando que tenía de salida, que se veía ya bastante degradado. Vettel aprovechó la diferencia de 3 segundos para hacer su parada una vuelta después y salir por delante.

A Vettel le ayudó Verstappen, que estaba justo delante de Hamilton cuando el alemán salía de los garajes. Poco después, el británico se quitó al Red Bull y se lanzó a por el Ferrari, con 1,6 segundos entre ambos. Sin embargo, no le duró mucho el intento de caza, ya que la degradación de las ruedas obligó a Mercedes a pedirle a su piloto que conservara los neumáticos, lo que permitía a Vettel estirar su ventaja a más de cinco segundos, con apenas 13 vueltas para el final.

En ese giro, la vuelta 31, abandonó definitivamente Ricciardo, sin opciones y con una vuelta perdida desde que Alonso le destrozase el alerón trasero. Las últimas trece vueltas dieron para poco.

Con el resultado de ayer, el campeonato del mundo adquiere una emoción que parecía haberse difuminado tras el dominio del piloto británico y de Mercedes. Los del "cavallino rampante" tienen ahora mismo el coche más rápido de la parrilla y confían en seguir imponiendo su ley en su casa de Monza, donde dentro de una semana se disputará el Gran Premio de Italia.