Negar la realidad fue sin duda la peor medicina el fin de semana en Spa para asumir que estamos ante los últimos grandes premios de Fernando Alonso en la Fórmula 1. Es triste pensar que el mejor piloto de la parrilla y, posiblemente, uno de los más completos de la historia, cierre su etapa en la categoría reina de la manera que lo está haciendo tras 97 podios y 32 victorias, luchando por no ser el peor coche de la parrilla cada fin de semana. Entrar en la cabeza de Fernando es complicado, pero es fácil de entender que está sufriendo. En siete días ha pasado de ser despojado de su victoria en las 6 horas de Silverstone a no ser capaz de pasar a la Q2, ocupando una paupérrima decimoséptima posición, aun aprovechándose del rebufo del otro McLaren.

A pesar del contexto actual, un gran número de alonsistas se acercaron a la que consideran su tierra de peregrinaje obligatoria, puesto que Spa-Francochamps fue el circuito donde Fernando se reencontró con la victoria casi un lustro después. La gran mayoría admite que se sintieron sorprendidos el 14 de agosto, cuando Alonso hizo oficial su marcha; no obstante, todos coinciden en que esto le abrirá nuevas puertas y permitirá al asturiano fijarse retos ambiciosos con opciones reales de conseguirlos, ya que de nada sirve buscar un tercer título mundial con un monoplaza que rueda a dos segundos del líder. Pese a los resultados cosechados, pocos aficionados dicen sentirse arrepentidos por haber empujado a Fernando a cambiar Maranello por Woking. "Es un ganador y no puede quedarse en un equipo para ser segundo", sentenció un aficionado que viajó por primera vez a un Gran Premio para animar a Alonso.

Con unas gradas plagadas de seguidores de Max Verstappen, por la proximidad con Holanda, resultó inevitable entablar debate acerca de la declaraciones de Fernando Alonso, que sorprendió revelando las dos tentativas por parte de Red Bull para que el bicampeón ocupase el asiento de Daniel Riccardo la próxima temporada, eso sí, de nuevo de la mano de Honda. Si bien desde la cúpula de la escudería austriaca han negado esos contactos, exigiendo una disculpa pública al propio Fernando, lo cierto es que ningún seguidor de Mad Max quiere al español como compañero del holandés. La razón es sencilla y estriba en que Fernando es un piloto que acostumbra a vencer con paso firme a sus compañeros de equipo y no dejaría de ser un obstáculo para la progresión y el desarrollo de la joven promesa de Red Bull.

Lo único que creo que debemos sacar en firme este fin de semana es que Fernando irá allá donde gane, sea la Fórmula Indy, el campeonato de resistencia o la Fórmula 1. Tenemos que ser conscientes de que su marcha no es ni por falta de cariño ni de ofertas, sino por su propio deseo de buscar nuevos retos como la triple corona. Fernando, dejas la F1 colgando la F y manteniendo el 1, el número destinado a los prodigios, los mejores, el número creado y concebido para Fernando Alonso.