En el cierre de una jornada muy importante para el atletismo español el 4x400 estuvo a punto de darle a España un resultado histórico. El equipo se llevó el bronce, con un marca de 3:00.78 y se quedó a 13 centésimas del récord nacional, pero estuvo casi siempre en posición de oro y a falta de 150 metros parecían tener la victoria en sus manos. Óscar Husillos lanzó la carrera y Lucas Búa puso al relevo español primero, cuando todos se cerraron a la primera calle. Samuel García mantuvo la posición de privilegio a la espera de la traca final de Bruno Hortelano. Incluso consiguió que el velocista recibiese con una gran ventaja.

El velocista récord del atletismo español parecía garantizar un oro que se escapó en los últimos 100 metros, donde acusó el cansancio, después de 200 metros espectaculares, para ser sobrepasado por el belga Kevin Borlee y por el británico Martyn Rooney, en eso sí la segunda medalla para este relevo español, tras el bronce en 1998. Hortelano corrió el primer 200 de su posta demasiado deprisa y lo pagó en sus últimos metros. Acusó el desgaste y también la falta de costumbre de competir en esa distancia.

Un final dulce para una gran jornada, pero en una tarde complicada. En la final de 800 metros Álvaro de Arriba no pudo entrar en la pelea, séptimo (1:46.41). Tampoco tocó cara en los 5.000 metros, a pesar de una gran representación. Adel Mechaal se retiró a falta de poco más de 1000 metros. Toni Abadia, en cabeza gran parte de la prueba, terminó 14º y Juan Antonio Pérez 17º, en otro recital del joven noruego de 17 años Jakob Ingrebitsen.

Además, Juliet Itoya no pudo progresar en exceso en la final de longitud, con 6,38 y saltos nulos que le dejaron en la décima posición. Para la jornada de este domingo, el maratón femenino y masculino acapararán la jornada matinal, con más finales en el broche que ponga fin a los Europeos.