El nuevo Celta de Antonio Mohamed quiere construir sus cimientos desde la defensa. El conjunto celeste empató sin goles en su segundo encuentro amistoso de la pretemporada ante el Sporting de Braga. Un partido marcado por las pocas concesiones que hicieron los vigueses cerca de su portería y en el que el técnico argentino apostó por una línea con tres centrales y dos carrileros. Stanislav Lobotka disputó 91 minutos y fue el mejor del Celta.

Mohamed sigue tocando teclas en busca del perfeccionamiento del trabajo defensivo del equipo. A diferencia del encuentro de la semana anterior contra el Córdoba, el nuevo preparador céltico optó por alinear a tres centrales (Roncaglua, David Costas y Araujo) y dos laterales profundos (Hugo Mallo y Juncà). Por delante situó un doble pivote con Yokuslu y Lobokta y en el eje ofensivo estuvieron Brais Méndez, Emre Mor y Claudio Beauvue.

Con este once el Celta se aseguró en asumir pocos riesgos y conceder pocas ocasiones. Las arrancadas de Lobotka permitieron a los vigueses salir de la cueva en varias ocasiones y acercarse con peligro al a´rea del Braga. Sin embargo a los veinte minutos Mohamed recibió otra mala noticia. Yokuslu se lesionó en el tobillo (esguince de grado II) y tuvo que ser sustituido por Apeh.

Las mejores ocasiones de los célticos llegaron a la media hora. Beauvue lo intentó con un zurdazo desde la frontal que desvió un adversario y segundos después a punto estuvo de embocar un cabezazo que salió cerca del palo.

Tras el descanso, con las sustituciones y con el exceso de dureza empleado por el Braga en algunas acciones se frenó el ritmo del encuentro. En los últimos compases del choque Mohamed deshizo la defensa con tres centrales al retirar a Araujo por Hjulsager, que pudo abrir el marcador con un lanzamiento que no terminó de enganchar desde el vértice del área. Antes del final el Sporting de Braga gozó de la jugada más clara del partido, pero Paulinho no se entendió con Ricardo Horta y desperdiciaron un gol cantado.