| La grada de Baltar demostró que el Celta acertó en su decisión de acudir a Portonovo a disputar el primer amistoso de la temporada.El campo se llenó por completo con cerca de tres mil espectadores (es el tope que se habían marcado los vigueses) repartidos por las diferentes gradas de un campo que estaba en unas condiciones inmejorables. El entusiasta público, entre el que había un grupo de aficionados del equipo andaluz, se llevó al menos el consuelo de no ver perder al Celta que consiguió en el tramo final del partido el gol del empate por medio del nigeriano Apeh.