La implantación del VAR, ensayada ya en varias ligas europeas y consagrada en el recién acabado Mundial de Rusia, ha venido para cambiar el mundo del fútbol. Sin embargo, la idea de revisar las jugadas en tiempo real con un sistema de cámaras podría no ser tan novedosa.

Antonio Ibáñez de Alba, un ingeniero andaluz que trabajó para Mario Conde, asegura que en 1995 registró una patente que describe un método inteligente para asistencia en decisiones arbitrales. Lo cuenta en una entrevista con El Mundo, en la que explica que de aquella se dedicaba a idear inventos para la sociedad de Conde Valores Antillanos.

Ibáñez de Alba, que antes había trabajado para la NASA, se puso a trabajar en este invento después del famoso codazo de Tassotti a Luis Enrique en el Mundial de Estados Unidos 1994. "Apliqué algunas de los avances científicos que había ido perfeccionado en Estados Unidos para realizar un control electrónico del perímetro del campo y de las coordenadas instantáneas del balón por medio de un sistema de gonios y sensores de corte conectados a varios chips", explica.

El ingeniero señala que no ha tenido acceso a la patente que utiliza el VAR, pero sospecha que la FIFA desconoce su informe de 1995, que sigue siendo propiedad de Mario Conde. "Llevo muchos años en el mundo de las patentes y conozco perfectamente cómo se las gastan (las multinacionales) en este tipo de situaciones. Sé que tengo todas las de perder frente a un organismo internacional como la FIFA. Pero si el VAR está basado en una idea mía me gustaría que, al menos, se me reconociera el mérito y la autoría", afirma en la entrevista.