Colombia dijo adiós a la Copa del Mundo en la tanda de penaltis contra Inglaterra en octavos de final. Se fue con la cabeza bien alta, superando la derrota inicial contra Japón. Sin embargo, se va también con la sensación amarga de saber que, de haber eliminado a los ingleses, tendrían el camino despejado para pelear por la final. Eso sí, Colombia ha logrado meter a uno de sus jugadores en el equipo ideal de lo que va de torneo. Y es que, según todos los analistas, el mejor defensa de este Mundial está siendo Yerry Mina. No se puede decir que sea una revelación, al fin y al cabo juega en el Barcelona. Pero lo que sí es muy destacable es que Mina se haya despedido de Rusia 2018 con tres goles en otros tantos encuentros. Es el primer defensa que logra algo así en la historia de la competición global y sus tantos han dado aire a los cafeteros. Tanto aire que su gol en el descuento frente a Inglaterra evitó la eliminación en el tiempo reglamentario y acabó llevando el encuentro a la prórroga.
Yerry Mina demostró que aprovecha a la perfección su 1,93 metros de altura y que tiene un olfato increíble para aparecer en el área y rematar de cabeza a portería. Sus tres goles fueron de cabeza y todos a centro de los tres jugadores con más talento de Colombia con permiso del ariete Falcao. Y es que ante Polonia cazó un centro de muchísima calidad de James Rodríguez. Ante Senegal marcó tras un saque de esquina de Juan Fernando Quintero y ante Inglaterra se aprovechó de un saque de esquina botado por Cuadrado y que coló en la meta de Pickford con mucha precisión.
Pese a esta brillante participación en el campeonato mundial, el Barça sigue viendo en Yerry Mina a un suplente que no acabó de cuajar en sus primeros meses en el Camp Nou. La inminente llegada de Clément Lenglet pone a Mina directamente en el mercado. También influye el hecho de que, pese a llevar en la entidad blaugrana solo desde enero, no convence a Alejandro Valverde, que en cinco meses de competición solo dio al colombiano 379 minutos de juego. Muy difícil demostrar el talento con ese poco tiempo y sobre todo, imposible adaptarse al ritmo de juego de un grande europeo cuando llegas dese un fútbol mucho más lento como es el del Brasileirao. Y es que en Brasil, Mina era toda una estrella del Palmeiras. Sus actuaciones con el gigante de Sao Paulo le permitieron dar el salto a Europa y su brillante Mundial hace que sean decenas las llamadas que reciben en las oficinas del Barça para llevarse al espigado central. Los culés parece que ya solo ven la opción de hacer caja. Hay que recordar que el Barça pagó en enero 11,8 millones de euros por hacerse con sus servicios. Hoy en día seguro que su valor de mercado se disparó hasta por lo menos duplicar esa cantidad.
Yerry Mina, que ya era un ídolo en su país antes de fichar por el Barça, tiene solo 23 años y un brillante futuro por delante. Aunque es algo desordenado tiene buena salida del balón y a su altura suma su potencia en el salto y su contundencia al corte. Los duelos aéreos son su territorio y debe pulir las faltas que a veces comete a menudo cuando se precipita. Su capacidad goleadora cuando sube al remate está fuera de toda duda, pues en Palmeiras ha anotado cinco goles en 26 partidos del Brasileirao y disputando la Copa Libertadores totaliza siete tantos, demostrando por un lado que se crece en las grandes citas y por otro que sus tres dianas en Rusia 2018 no fueron, ni mucho menos, una casualidad. Su llegada a Palmeiras, en donde se hizo grande, fue procedente del Independiente Santa Fe, un club importante de Bogotá en donde explotó muy joven y se hizo un fijo en las categorías inferiores de su selección antes de pasar a ser el defensa central titular de la absoluta. Con Independiente Santa Fe ganó una Copa Sudamericana histórica para los de Bogotá. Con Palmeiras se adjudicó el Brasileirao 2016 y con el Barça, aunque participó poco, se hizo con el doblete. A su corta edad, títulos no faltan en el palmarés de un Mina que ahora debe buscar continuidad en el juego.
Si el Barça le da una nueva oportunidad puede que se asiente en la Liga española. Si no lo hace le sobrarán las novias y Mina podrá decidir su futuro. Todo apunta a que su crecimiento no va a ser simplemente un amor de verano.
