El piragüismo se mantiene como una garantía de éxito para el deporte español, como demostró en Río 2016. El buen momento que atraviesa este disciplina quedó plasmado una vez más es una cita internacional. Ayer por la mañana se disputaban las cinco finales de piragüismo en los Juegos del Mediterráneo de Tarragona 2018, en las que España consiguió cuatro medallas de oro. Y tres de ellas tuvieron protagonismo gallego gracias a Teresa Portela, Roi Rodríguez y Rodrigo Germade. La delegación hispana estuvo cerca de hacer un pleno. Solo en K-1 500 metros femeninos se quedó sin metal, porque Teresa Portela acabó cuarta en la primera final del día.

La palista de O Morrazo, que vive sus segundos Juegos del Mediterráneo, competía en las dos finales de K1 500 y 200 metros. A las 10:00 de la mañana se daba la salida a la final del medio kilómetro en que Teresa se tuvo que conformar con una cuarta posición. Lejos de venirse abajo, cuarenta minutos después Portela se subía a su piragua rosa para colgarse la medalla de oro en la final de 200 metros, una prueba en la que se vio obligada a remontar posiciones después de una mala salida. A sus 36 años la deportista de Cangas sigue cosechando éxitos internacionales.

Teresa Portela volvía a competir en unos Juegos del Mediterráneo 13 años después. En su anterior intervención en Almería 2005 había conseguido la medalla de plata en la prueba de K1 500 metros.

Roi Rodríguez comenzó su exhibición el sábado clasificándose con comodidad para la final de 500 metros. El de Tomiño, en una rápida regata, en la que se mantuvo en cabeza desde el inicio de carrera, tuvo que lidiar con el portugués Fernando Pimienta y acabó entrando en meta con un margen de 693 milésimas. La tercera posición fue para el francés Guillaume Burger.

Por otra parte, incontestable victoria del K2 de Rodrigo Germade y Marcus Cooper en la final de 500 metros. La superioridad de la pareja española quedó de manifiesto en el medio kilómetro de Castelldefells. Pasaron por los primeros 250 metros con 204 milésimas de ventaja sobre la embarcación de Francia. En línea de meta la ventaja aumentó a 912 milésimas. Cooper y Germade marcaron un crono de 01:27.907, por 01:28.819 de Francia y 01:30.168 de Serbia.

El deportista de O Morrazo también competía por segunda vez en unos Juegos del Mediterráneo. Su primera participación se remonta al año 2009 en Pescara (Italia). En aquella ocasión Germade competía en la modalidad de K2 1000m metros con el vasco Íñigo Peña.

La otra medalla de oro española de la jornada recayó en las manos del zamorano Carlos Garrote que derrotó a sus rivales de forma clara en la final de K1 200 metros.