"No esperaba llegar al número uno. Al fin y al cabo Daniel Caverzaschi está por encima de mí en el ránking internacional, pero es increíble estar el primerp en España, es un sueño hecho realidad", dice Martín de la Puente desde París. "Pero no soy de los que se confían. Soy más ambicioso y lucharé por mejorar también en el ránking mundial", anuncia tras jugar su partido en el Open de Francia, un torneo que reúne a las mejores raquetas del mundo. Desde allí atiende a FARO DE VIGO, para valorar su número uno y sus objetivos de futuro.

Ahora mismo Martín de la Puente, que ya ha participado en unos Juegos Paralímpicos en Río 2016, ocupa el puesto 17 del mundo. Es su mejor posición hasta ahora en dicha clasificación. "Estamos jugando mejor y el trabajo está dando sus frutos", valora. "Me siento más cómodo en la pista y más tranquilo", analiza.

Su salto de calidad coincide con su mudanza a Barcelona, a donde se trasladó el pasado año para compaginar sus estudios con el tenis en silla de ruedas. "Es cierto que estoy más lejos de mi familia y de mis amigos, pero he ganado independencia y creo que era algo que necesitaba, aunque sigo echando mucho de menos Galicia", reconoce.

Lo que sí subraya es que su tenis, trabajando junto a Fernando San Martín. "Trabajo duro con él cada día y cada bola. Estoy más cómodo dentro de la pista y afronto mejor las situaciones que se pueden dar en cada partido. Estoy muy contento porque en los últimos años me veía un poco estancado en el nivel y ahora, a día de hoy, no sé dónde están mis límites. Sé que puedo subir mucho más y que puedo jugar mejor. La verdad es que me anima a seguir trabajando cada día".

De todos modos, su puesto en la lista nacional o mundial no es algo que le obsesione. "Yo no soy un tenista que piense todo el rato en el ránking", reconoce. "Yo pienso más en el trabajo diario y en la mejora, lo secundario es el ránking. Cuanto mejor trabajas más victorias se consiguen y lo demás viene de la mano".

De la Puente ha superado su adaptación a la Ciudad Condal de modo sobresaliente y eso se traduce en que "esta temporada está siendo muy buena": "Esperemos que dentro de unos años siga subiendo hasta arriba de todo".

El paralímpico vigués se encuentra estos días en París, disputando un Super Series, que es "uno de los mejores torneos del mundo". La semana que viene volverá a Barcelona, donde competirá en otro torneo, antes de finalizar su gira de torneos en Berlín. Al finalizar, tratará de "convencer" a su entrenador, para que le conceda unos días de descanso. "A ver si consigo que me deje ir una semanita a Vigo a descansar", bromea. "Supongo que me dejará porque llevamos muchos meses seguidos compitiendo y yo creo que lo necesito", anuncia. Recargar pilas en casa, junto a los suyos, será la mejor de las recompensas.

El saque es uno de los puntos en los que Martín de la Puente nota una mayor mejoría en este último año. "Creo que he ido mejorando un poco en todo, para ser exactos". En lo que sí le gustaría seguir trabajando es en la confianza. Yo confío mucho en mí y en lo que estoy haciendo, pero me falta como creérmelo un poco más", reconoce. "Ser un poco más positivo, pero bueno, es algo que tengo que trabajar y pulir para dar otro salto hacia arriba", analiza.

El primer puesto en el ránking nacional, por lo pronto, le imprime ánimo para seguir trabajando con la misma intensidad. "Es un indicador de que hemos profesionalizado un poco más los entrenamientos y el tenis aquí en Barcelona, que no significa que en Galicia lo hayamos hecho mal, todo lo contrario, ya que partía de una base espectacular, pero bueno para seguir creciendo hacía falta profesionalizar todo un poco y lo estamos haciendo y estamos mereciendo subir y estar entre los mejores de este deporte".

Su camino hacia el número uno mundial es, para el vigués, una carrera de fondo. "Yo creo que aún queda un poco más para llegar al número uno del mundo. Poco a poco a ver si dentro de unos años puedo acercarme al top-10. El número uno ya llegará. Yo creo que es pronto aún. Tenemos que seguir trabajando como estamos haciendo y algún día, si todo sigue así, yo creo que podremos lucharlo. Ahora estamos de 17 y espero que el trabajo nos sirva para seguir subiendo".

"Yo lo que veo es que esto es como un proceso. Ahora nos están empezando a salir bien las cosas y está empezando a dar sus frutos".

En cuanto a los estudios, se avecinan cambios también. Cuando se mudó a Barcelona, se matriculó en la Universidad Pompeu Fabra, para cursar íntegramente en inglés el grado de International Business Economics. "Era una carrera muy exigente. Me encantaba, pero me estresaba mucho. A algunos torneos iba más pensando en los estudios que en el tenis y la verdad es que a pesar de que me gustase mucho la carrera me costaba demasiado", reconoce.

Así que se plantea alternativas. "Voy a ver si ahora consigo hacer otra cosa, más enfocado al estudio a distancia, porque al fin y al cabo cuanto más faltaba a clase por los torneos, más me costaba luego retomarlo", explica. "Ahora estoy intentando dar un salto en el tenis, y a la vez estaba intentando estudiar una carrera que es muy difícil y yo creo que era algo que me agobiaba demasiado. Prefiero ir más tranquilo y llevar todo con más calma. Llevar las dos cosas de la mano y sin llevarlo al límite para poder jugar más centrado", apunta.