España mira con optimismo el futuro. Cumplida la primera jornada del Mundial la selección puede sentirse reconfortada tras comprobar que ningún otro equipo ha mejorado el nivel de juego que ofrecieron los de Fernando Hierro ante Portugal.No es poca cosa. Esta tarde tienen la posibilidad de reafirmarse en su teoría en el partido que les enfrenta a Irán, sorprendente líder del grupo tras derrotar a Marruecos, y lograr una victoria que les acerque a la clasificación para octavos de final.

Nadie pensaría que España vivió hace días una convulsión que ningún otro equipo ha padecido. Los catastrofistas que proclamaron el hundimiento moral del equipo tras el despido de Lopetegui aguardan bajo la calma con su argumentario a buen recaudo por si se produce el accidente. Pero la selección ha superado el proceso con una madurez extraordinaria, propia de una plantilla harta de ganar y de vivir situaciones de todo tipo. Ha ayudado la buena mano de Fernando Hierro, que ha entendido cuál es el papel que debe jugar en estos momentos un técnico interino como él. Tocas poco, gestionar mucho y asegurarse de que no haya rendijas por las que se pueda escapar la paz que ahora mismo parece existir en el equipo. Calma ante todo. Los jugadores han colaborado hasta el extremo. Serenidad a la hora de reflexionar y unidad ante cualquier dilema. Cuentan que en el discurso de despedida Julen Lopetegui, afectado por el despido en vísperas de comenzar el Mundial, les pidió a los jugadores que se dejasen de declaraciones dedicadas a él, de mensajes solidarios: "Sois profesionales y habéis venido a ganar el Mundial. El mejor homenaje que me podéis hacer es ganarlo porque me siento partícipe de esto". Y nadie se sale del guión.

El buen partido jugado ante Portugal, en el que sol tres errores perfectamente evitables (el penalti de Nacho, la cantada de De Gea y la falta innecesaria de Piqué) evitaron que España se estrenase en el torneo con una victoria sobre el campeón de Europa. Hubiese sido un gran respaldo para el equipo, pero la imagen mostrada supone un desahogo porque confirma que la selección tiene mucho que decir en este campeonato.

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De Gea

Puestos a evitar problemas Hierro despejó cualquier debate sobre la presencia de De Gea en el equipo inicial. Era el único resquicio que dejaba la cita frente a los portugueses. El portero del Manchester United no está bien. Su error en el segundo gol de Cristiano Ronaldo y la inseguridad que transmitió en el segundo tiempo se unen a los cometidos en los últimos partidos internacionales. Cabía el debate sobre su presencia en el duelo de esta tarde. Pero Hierro zanjó la cuestión. No dejó que la discusión corriese más allá de su cabeza. Provocó un encuentro con los periodistas para deslizar dos mensajes: que De Gea sería titular ante Irán y que no piensa manosear en exceso el legado de Lopetegui, que sería un error hacerlo. Otro signo de buen criterio del malagueño.

Por eso nadie espera grandes cambios en la alineación de esta tarde. Después del buen partido ante Portugal lo normal es que repitan prácticamente los mismos once que arrancaron el Mundial. Se busca continuidad y pocos experimentos para conseguir esa victoria que coloque al equipo a las puertas de los octavos de final. Solo existe la posibilidad de que Carvajal, que se perdió por lesión el estreno, sea titular con la idea de que agarre pronto el estado de forma ideal de cara al resto del Mundial en el que se espera sea una pieza importante. Y eso que Nacho, su suplente frente a los portugueses, estuvo a un gran nivel. Por lo tanto la alineación será la formada por De Gea, Carvajal, Piqué, Ramos, Alba, Busquets, Koke, Iniesta, Silva, Isco y Costa.

Tampoco existen dudas sobre Diego Costa. Sus dos goles y su gran partido (posiblemente el mejor desde que comenzó a vestir esta camiseta) le garantiza la continuidad y obliga a esperar a Iago Aspas. El delantero del Celta vivió el pasado viernes el sueño de estrenarse en un Mundial y ahora la siguiente tarea es disfrutar de la titularidad y de marcar un gol en el torneo que detiene el mundo. Puede que ambas cosas lleguen a lo largo de la próxima semana. Se trata de tener la misma paciencia y paz con la que España se ha tomado los últimos días. Hoy salta de nuevo a la escena. Irán debería sufrirlos.