Suecia comenzó el Mundial con una victoria (1-0) decidida en la sala del VAR y ejecutada en el Nizhny Novgorov Stadium, donde el equipo de Andersson se impuso a Corea del Sur por un penalti señalado gracias al videoarbitraje.

El penalti, ejecutado por Granqvist en el 65, le dio el mejor arranque a Suecia en 60 años, un dato que enseñar a Ibrahimovic, mientras se pasea por el Mundial convencido de que, por más que no esté entre los inscritos, aún es la gran estrella nórdica.

Como Marcus Berg, que agota su carrera en el fútbol árabe, no es Ibrahimovic, Suecia se chocó contra la defensa asiática y Berg convirtió al meta del Cho-Hyung-woo en el protagonista del primer tiempo, sobre todo tras detener un disparo a bocajarro del atacante a los 20 minutos.

Entre las paradas de Cho, en teoría el tercer portero de la plantilla, y la velocidad en el cruce de Kim Young-Gwon, Corea sobrevivió durante algo más de una hora, hasta que el VAR le dio a Suecia su ocasión. Fue una falta sobre Claesson, que el árbitro no sancionó hasta dos minutos después, cuando advertido por el VAR acudió a ver la repetición. Granqvist no falló y dio a su selección la primera victoria en una primera jornada mundialista desde 1958. Corea tuvo el empate en el descuento.