El Arousa Fútbol 7 estrenaba localización, el campo de hierba artificial Manuel Jiménez, pero eso no impidió que la organización mantuviese el alto nivel que viene mostrando durante los más de 20 años de vida del torneo. Una de las cuestiones por las que destaca este torneo tan atractivo para las mejores canteras de España y Europa es la logística con la que cuenta, y los pequeños detalles que tienen con cada uno de los equipos.

Las dos gradas supletorias que se habilitaron para el torneo siempre gozaron de un buen ambiente entre las aficiones de los veinte equipos que se desplazaron hasta Vilagarcía para participar en la fase final de esta edición. Antes de la entrega de premios y con todos los equipos ubicados sobre el césped para recogerlos, llegó el momento del árbitro senegalés afincado en Galicia Mar Thiaw, que antes de cada encuentro baila el "Waka, Waka" de Shakira. La escena de todos los integrantes de la edición 2018 bailando esa canción al ritmo que marcaba la voz del árbitro quedará para los anales de la historia de la Arousa Fútbol-7.

Nada más finalizar el baile, se procedió a la entrega de los premios, destacando el que se otorga a la deportividad, que recayó en el equipo Kashiwa Reysol, cuyos integrantes cautivaron a organización y público por su exquisito trato. También se premió al entrenador del Porto, Tiago Ferreiras. La igualdad mostrada durante todo el campeonato entre algunos jugadores llevó a que el título de mejor portero se lo llevase el meta del Villarreal, Gerard Nguema, que en la final realizó paradas de mucho mérito, pero que en el siete ideal estuviese Solomon Lindsay, por el excelente torneo realizado.