La selección uruguaya ganó en su debut mundialista ante Egipto, por la mínima, con un gol de cabeza del central José María Giménez. Un desenlace merecido por las ocasiones erradas por Luis Suárez, pero que a su vez denotó importantes problemas en la creación del juego charrúa. Su fútbol de ataque debe pasar por las jugadas que armen centrocampistas como Vecino y Bentancur y, sobre todo, por lo que sea capaz de crear en la línea de tres cuartos Giorgian De Arrascaeta, el futbolista del Cruzeiro brasileño y del que se lleva años esperando su explosión como mediapunta de talento que complemente una delantera letal formada por Cavani y el propio Luis Suárez.

Ayer Cavani, el mejor en ataque para los sudamericanos, hizo su tarea. Fue el del PSG, siempre incansable en la lucha y el sacrificio, el que tuvo que descender para conectar a Luis Suárez con el resto del equipo. De Arrascaeta poco se vio, más allá de su permanente caída hacia la frontal que le caracteriza, pese a partir de la banda izquierda del ataque uruguayo.

Los charrúas son favoritos en su grupo, al quedar encuadrados en uno de los más débiles de esta Copa del Mundo y después de vencer a Egipto. Rusia y sobre todo Arabia Saudí deben ser escollos a superar con facilidad. Pero, además del acierto de sus dos bestias en ataque y de la siempre sólida defensa uruguaya con los atléticos Giménez y Godín en el eje de la zaga, sus opciones para seguir avanzando en el mundial pasan por que De Arrascaeta cumpla de una vez con lo que promete desde hace años.

En el tramo fundamental de la eliminatoria fue un fijo detrás de la línea de ataque para Óscar Washington Tabárez. Su calidad y visión de juego están llamadas a aportar a la siempre vertical Uruguay un poco de pausa a la hora de crear ocasiones claras de gol. Con 24 años, este debe ser el torneo en el que dé el paso definitivo.

La calidad de Giorgian De Arrascaeta fue reconocida muy pronto en un país tan pequeño como plagado de futbolistas talentosos. En 2009 se fue a vivir a Montevideo para integrar las categorías inferiores de Defensor Sporting. En esa entidad disputó la Copa Libertadores Sub-20 de 2012, llegando a la final en la que caerían frente a los juveniles de River Plate.

Sus goles empezaron a ser la norma, pese a no ser un ariete, en el fútbol base uruguayo. En el Sudamericano sub-20 de 2013 logró el tercer puesto con Uruguay. Unos meses después, en la Copa del Mundo Sub-20 de Turquía, logró alcanzar la final. Aunque firmó un torneo notable con dos goles y otras dos asistencias, una de ellas frente a España, De Arrascaeta siempre tendrá clavada la espina de fallar uno de los penaltis de la tanda en la finalísima, lo que le dio a la Francia de Paul Pogba el entorchado mundial de la categoría.

Desde octubre de 2012 De Arrascaeta ya formaba parte de la primera plantilla de Defensor Sporting. Se consagró como hombre clave en su ataque anotando, en dos temporadas y media, 18 goles y sirviendo 17 asistencias a sus compañeros. Fue una de las claves de que Defensor plantase cara a los dos gigantes del fútbol uruguayo. Tanto que en el año 2013 se proclamó campeón del Torneo Clausura por encima de Nacional y de Peñarol. Por cuatro millones de dólares, en enero de 2015 dio el salto a uno de los clubes más grandes del continente americano: El Cruzeiro brasileño.

En Belo Horizonte, De Arrascaeta fue creciendo como futbolista, aunque sin llegar al alcanzar el altísimo nivel que se le presuponía. En los años 2016 y 2017 superó la decena de goles y esta temporada -el Brasileirao no se detiene ni por la Copa del Mundo- el charrúa forma parte de un equipo mineiro en el que también juegan Robinho, Thiago Neves, el central Dedé, o el veterano Rafael Sóbis.

Tras conquistar la Copa de Brasil en 2017, este año está llamado a ser exitoso para un Cruzeiro que se adjudicó en el primer trimestre el Campeonato Mineiro venciendo en la final a sus eternos rivales de Atlético Mineiro. De Arrascaeta anotó tres goles en ese torneo. La torcida de "A Raposa" es la principal interesada en que concluya pronto su andadura mundialista en tierras rusas y regrese a un campeonato liguero que está arrancando de forma inesperadamente irregular para el Cruzeiro.