Walter Soltau llega al race village del Europeo de J70, ubicado en la explanada del Real Club Náutico de Vigo, acompañado de un grupo de directivos de la compañía Bosch Service Solutions (un de los patrocinadores del evento) y se sientan bajo una sombrilla para protegerse del sol que ayer, por fin, presidía el ambiente festivo del Campeonato de Europa vigués.

Cada uno de los directivos comandados por Soltau, vicepresidente de la compañía, habían llegado de diferentes puntos del mundo. Helio Duenha, de Brasil; Eduardo Rodríguez, el responsable de Vigo; Paulo Maia, de Costa Rica; Robert Mulatz, de Frankfurt y Jens Reicheirt, de Estados Unidos o Sebastian Funes, argentino pero actualmente afincado en Portugal. Pero todos coincidían en su valoración sobre la ciudad y el ambiente que estaban viviendo en estos días de regata: "¡Vigo is fantastic!", proclamaban al tiempo que brindaban con cerveza.

No era la primera vez que venían a Vigo. La compañía ha realizado a lo largo de los años varias acciones en la ciudad. Hace nueve años que apoyan el mundo de la vela y muchas de sus actuaciones giran alrededor de este deporte.

Aprovechando el 15º aniversario de la compañía, han confeccionado un gran calendario de actividades que gira en torno a este Europeo. Han realizado un gran "evento VIP" con clientes y representantes de otros sectores como la automoción en los salones del Náutico y el sábado realizarán una "gran fiesta" con los empleados de Bosch y sus familias, en el race village de la regata.

"Este evento es fántástico, y la organización impecable. Además hoy (por ayer) hace un día radiante", añaden.

Un grupo numeroso de gente acelera el paso cerca de la nueva dársena. Agustín Moreira comanda un numeroso grupo de personas que se dirige a coger un barco para seguir las regatas en directo. Su compañía (La Guardia&Moreira) patrocina el barco de Gonzalo Araújo y cada día acuden a darle ánimos. A diario invitan a un nutrido grupo de clienes de toda Galicia (en torno a unas 70 personas) para que vivan el ambiente de la regata. "La gente que vino ayer (por el martes) se fue encantada", dice Moreira orgulloso. "Es un evento fantástico. Está todo perfecto", añade.

Las viguesas Elena y Belén pasean por el race village en busca de un café y atraídas por el ambiente que se vive estos días en el pantalán. "Está todo muy bonito. Esperamos que haya más eventos como este porque es bueno para la ciudad", proclaman. Su paseo acabó convertido en toda una incursión en el mundo de la vela.

Las familias y acompañantes de los regatistas también aprovechan las largas jornadas de regata para hacer turismo. Algunos organizan viajes a otras ciudades también como Santiago o Baiona, pero muchos prefieren internarse en el Casco Vello para, además, apreciar la gastronomía típica de Galicia. "La relación calidad-precio es algo que les ha soprendido gratamente", dicen desde la organización. Por la tarde el race village se llena de bullicio. Llegan los barcos, las entregas de premios y las reuniones de patrones. Comida, bebida y música en directo presiden la tarde tras una dura jornada en el mar. Vigo vive y respira vela.