Los Juegos del Mediterráneo, a los que acudirá en el K-2 con Markus Cooper, y el Mundial forman parte del calendario del cangués para este intenso verano que le espera.

- Más que pensar en descansar supongo que su mente ya está en el Mundial.

- Es el siguiente objetivo. Estamos muy motivados, queremos hacerlo bien y estar a la altura de esta última cita. El punto de partida es muy bueno y además tenemos un equipo muy unido, con muy buen rollo, y eso siempre ayuda.

- Lo que parece claro es que tras Cal, Portela, Carlos Pérez, Craviotto, el relevo está asegurado con usted, Toro, Cooper... La fuente es inagotable.

- El piragüismo español está viviendo ahora un momento muy dulce. Hay muchísimo nivel en España y se está viendo en los campeonatos, con resultados increíbles. Es una maravilla tener un equipo así. Luego existe también la cara amarga, porque hay gente que se queda en casa por nada. Es el caso de Carlos Arévalo, un chaval con una proyección increíble en el K-1 200, pero que se ha encontrado con una auténtica pared como Carlos Garrote que ya tiene plaza fija en el Mundial. Y la pena es que Arévalo podría ir y ser medallista.

- A dos años vista de Tokio, ¿se ven ya de reojo los Juegos Olímpicos?

- Tenemos los Juegos Olímpicos ya en mente desde el año pasado, es en lo que siempre piensa un deportista de alto nivel. El año que viene tenemos el Clasificatorio y ahí ya no se puede andar con juegos. Y además, para el K-4 solamente tienes una oportunidad, que es el Mundial del año próximo, ya que no hay ninguna repesca posterior.