El Real Madrid sufrió ayer para encarrilar las semifinales de la Liga Endesa y sumar su segundo triunfo consecutivo ante un Herbalife Gran Canaria muy mejorado respecto al primer partido y que llegó con vida hasta el último cuarto (92-83).

Los visitantes exigieron lo máximo durante treinta minutos al campeón de la Euroliga, que resolvió a base de juego colectivo y acierto desde el triple un partido que tuvo cuesta arriba. Su reacción final les sitúa a un solo triunfo de la final y pone contra las cuerdas al equipo canario.