El tenista español Fernando Verdasco, cabeza de serie número 30 de Roland Garros, fue eliminado en los octavos de final del torneo parisino merced a su derrota por 6-3, 6-4 y 6-2 contra el serbio Novak Djokovic, durante una jornada en la que se ha confirmado el cruce de cuartos entre Dominic Thiem y Alexander Zverev.

'Nole', en su camino por conquistar este segundo 'Grand Slam' de la temporada por segunda vez en su carrera (ya ganó el título en 2016), desplegó sobre la pista Philippe-Chatrier un juego 'in crescendo' en intensidad y acierto. En la ronda de cuartos, el jugador de Belgrado se enfrentará al ganador del duelo entre el belga David Goffin y el italiano Marco Cecchinato.

El balcánico y Verdasco empezaron el peloteo con enorme igualdad. El entusiasta juego inaugural, ganado por 'Nole' al servicio, presagió la eterna lucha que vino a continuación. El español puso el 1-1 tras más de diez minutos de intercambio, habiendo afrontado ocho situaciones de 'deuce' y habiendo salvado hasta cuatro bolas de rotura.

Pero el maratón fue a más en el tercer juego, que rozó los doce minutos de duración, en el que hubo siete situaciones de 'deuce' y en el que Djokovic salvó dos pelotas de 'break' (2-1). En total, había pasado media hora y ambos jugadores habían protagonizado muchísimo intercambio de pelotas profundas, mientras que el marcador apenas se había movido.

Pero solo el balcánico aguantó el ritmo, ya que convirtió su única bola de 'break' en el cuarto juego (4-1) y no volvió a ceder su turno de servicio en toda la manga (6-3). Enfrascado en sus propios demonios, Verdasco se quejaba al cielo parisino con un feo lenguaje: "Qué bote de mierda. `No me jodas, coño!". Fue un mero ejemplo, casi al final de ese set inicial, de la desesperación que se apoderó de su actitud.

El serbio exhibió más constancia con sus servicios y solo se vio algo turbado al no salvar la única bola de quiebre que tuvo en contra. Fue en el sexto juego, pero lo enmendó de inmediato rompiendo la tanda de saque rival (4-3). El de Belgrado puso en orden su evolución con los 'drives' y cerró el segundo parcial en la segunda ocasión que tuvo; en la primera al resto no pudo, pero sí luego adjudicándose el décimo juego en blanco (6-4).

Con su oponente desfondado, que a esas alturas incluso había solicitado la asistencia del fisioterapeuta, Djokovic disfrutó de una tercera manga sin apenas contratiempos.

Al otro lado del cuadro de Rafa Nadal, el choque estelar en cuartos de final entre el germano Zverev y el austriaco Thiem se confirmó tras las victorias de ambos.