Tiempos de expectación y cambio en el fútbol español. El presidente de la Federación Gallega, Rafael Louzán, escruta los primero pases de su homólogo en la Española, Luis Rubiales, por quien no apostó. El propio Louzán, que ayer asistió en Vigo a un acto con la embajadora irlandesa en España, deberá someterse a finales de año al examen electoral. Ignora, de momento, si tendrá contrincante.

Sí hubo rivales en los recientes comicios de la Federación Española. Louzán, igual que otros presidentes de las principales federaciones autonómicas, apoyó a Juan Luis Larrea, que obtuvo 58 votos de los delegados. Ganó Rubiales con 80. Louzán rumia la derrota: "Toca esperar y ver qué propuestas, de lo que ha hablado durante todo este tiempo, se nos trasladan a las territoriales. Hay que darles un margen de confianza a la persona y su equipo". El dirigente gallego exige "transparencia, apertura. Y que se cuente con todas las federaciones. Siete u ocho, que representamos el mayor volumen de licencias de España, no respaldábamos esta candidatura". Acepta que Rubiales "se merece todo el respeto. A partir de ahí, debe intentar construir una Federación Española fuerte contando con todos. Si cumple, estaremos ahí para felicitarlo; si no, para denunciar que una vez más volvemos a etapas de oscurantismo y exclusión de algunas federaciones".

"Yo tengo buena relación con Luis Rubiales", matiza Louzán respecto a la posibilidad de que el nuevo mandatario del fútbol español tome represalias sobre sus opositores. "Pasar facturas forma parte de otros tiempos. Toca el respeto y crear un nuevo modelo. La Federación Gallega rompió moldes. Lo más fácil hubiera sido posicionarnos con Villar y con Rubiales, que viene de esa etapa y es hombre de Villar. Estamos en otros tiempos y se requerían otro tipo de personas".

De entrada, la entronización de Rubiales implica frenar la propuesta de reforma de categorías muñida por la Gallega y que se había aprobado a mediados de mes en el Congreso Nacional de Fútbol Aficionado, pendiente de aprobación en la Asamblea General. "Cuando se celebró el congreso, Galicia manifestó públicamente que no era el momento, en medio de unas elecciones. Una vez que se dice que vamos adelante, la única territorial que lo trabajó a fondo fue Galicia. De nosotros salió una propuesta que fue consensuada para Segunda B, Tercera, fútbol femenino y División de Honor Juvenil. Para que lo de Segunda B y Tercera no lo quiere llevar a cabo Rubiales. Lo aprobado no era vinculante. La asamblea es soberana. Pero algo hay que hacer, debemos reformular esas categorías. Se necesita oxigenar. En 30 años han cambiado muchas cosas en este país y en el mundo del fútbol".

Es también año electoral en la Federación Gallega. Fue el 19 de diciembre de 2014 cuando Louzán desplazaba del cargo a García Liñares. El ribadumiense entiende que las votaciones volverán a celebrarse a mediados del último mes. "Lo tiene que organizar la Secretaría General de la Federación Gallega. Lo haremos con la más absoluta transparencia". Recuerda que antes tocará elegir a los asambleístas: "En Galicia son 150, más que en la Española. Galicia entiende que cuanta más pluralidad, mejor. La Española ha reducido de 180 a 140, no se sabe con qué intención lo hizo Villar en su momento".

Casi 100.000 licencias

"Se incorporan, aunque no sabemos en qué número, el fútbol gaélico, fútbol sala, fútbol femenino, fútbol playa y fútbol veterano, que se unen a todo el fútbol base, aficionado y de Tercera para abajo", recita. Precisamente la suma de las modalidades alternativas ha permitido pasar en su mandato "de 60.000 licencias a rozar las 100.000, a pesar de que la natalidad es la que es. Es un logro histórico para Galicia".

El incremento de licencias mejora la financiación. Louzán cita otros logros bajo su gobierno, como la "modernización de sedes en Galicia. Era lógico romper con ese proyecto que había de construir un edificio único en A Coruña que estaba adjudicado, licitado, se habían iniciado las obras. Hubiera sido un error. Llegamos en el momento clave. Hemos redistribuido eso y más cosas que hemos buscado en la Española para tener sedes dignas en toda Galicia".

Su candidatura a la reelección se supone. Abre una mínima incertidumbre, más bien protocolaria: "Es una cuestión de equipo. Si todos consideran que debo encabezarlo, querremos seguir ayudando a transformar la labor de los clubes"; que serían el eje de su nuevo programa: "Ahora toca trabajar para los clubes, los que más lo necesitan". En cuanto a si existirá un rival que ponga en duda su continuidad, asegura: "De momento no lo sé".