Rito iniciático del Rápido 18-19. El presidente del club aurinegro, Manolo Seoane, presentó ayer a Jorge Otero, que sustituye a Borja Jiménez como entrenador, y a Míchel Alonso, que reemplaza a Álex Martínez como director deportivo. "Son los que van a mandar, uno en la cancha de juego y otro arriba en la grada conmigo", resume Seoane.

El dirigente descubre que la selección de sus nuevos ejecutivos ha sido "un proceso largo". Se inició en marzo, cuando entendió que los anteriores estaban "agotando un ciclo". Inició sus pesquisas con la tranquilidad que le proporcionaba la clasificación: "Pasase lo que pasase, la temporada iba a ser exitosa. Hay que agradecerle a Borja y Álex lo que han hecho, pero sabíamos que era una etapa concluida.No empezamos a hablar con nadie, pero sí a tirar los dardos".

Seoane confirma que Jorge no era su candidato predilecto. "Hubo otros entrenadores que estaban delante. Ante mi sorpresa, la mayoría absoluta de la junta, todo el mundo, incluso mi mujer, quisieron que viniera Jorge. Hubiera sido una barbaridad decir que no". Para la dirección deportiva manejaba dos candidatos, uno procedente del grupo III y otro del grupo IV, "considerados de los mejores especialistas. A uno nos lo propuso el manager de Trigueros, que nos está apoyando en la confección del equipo", relata. "Apareció al final el nombre de Míchel. Su currículo también entusiasmó a la directiva. Carlos Sande, que es de Ferrol, puso sus antenas y estuvo claro que había que traerlo. Fue rápido". Describe esta contratación como "el fichaje más importante de la reciente historia del Rápido. Es un profesional de valía, de primera fila y no es de Vigo, incrementa los costes. Nuestro objetivo es no descender pero a ver si podemos quedar un poco más arriba. De ahí la presencia de Míchel, para hacer un proyecto fiable y que intentemos salvarnos con cierta solvencia".

Ambos, Otero de 49 años y Alonso de 40, responden al "perfil que queríamos", asegura, "hombres jóvenes" que "vienen a repetir la temporada pasada. Para mí, repetir la temporada es salvarnos. No es querer ser terceros. Sería una estupidez. Sí que vamos con mayor optimismo de entrada, no tan asustados como el año pasado. Si el equipo va bien, igual pensamos en más cosas más adelante. Yo no quiero engañar a la afición. Las cosas no son tan fáciles", discursea Seoane, que les promete a Otero y Alonso: "Presión, la justa. Tendré 20 defectos pero tonto no soy. Sé lo que puede dar el Rápido. Estaremos entre los principales candidatos a los últimos puestos". Concluye con una anécdota: "Cuando fiché a Alex la primera vez, jugó en Oviedo el Rápido y perdió 3-1 en División de Honor. Llamé a Alex al hotel y le di la enhorabuena. Quedó cortado. 'Es la primera vez en mi vida que perdiendo 3-1 me felicitan', me dijo. Eso es el Rápido y el que no lo entienda así que se haga del Madrid o del Barcelona. Esto es para sufrir, para no descender, para estar ahí".