Jorge Otero regresa al club donde se inició como entrenador. Fue durante tres campañas ayudante de Juan Carlos Andrés y técnico jefe de 2014 a 2016. En los dos últimos ejercicios ha dirigido al Arosa, con el que peleó sin éxito por meterse en la fase de ascenso a Segunda División B. Será su debut en un banquillo de la categoría de bronce. A Bouzas llega con su preparador físico de siempre, Manu, y con Duvi, el ayudante que reemplazó a Bajcetic cuando se mudó a Vilagarcía. "Tengo la sensación de que vuelvo a casa, a una categoría superior. Para los que empezamos y queremos seguir creciendo, es una muy buena oportunidad", reconoce el ex jugador de Celta, Valencia, Betis, Atlético y Elche. "Es un auténtico placer, un orgullo y un pasito más hacia delante en mi carrera. Estoy muy contento de haber sido elegido por la junta directiva, no por Manolo", bromea, a lo que el presidente le replicará también con sorna: "Pero yo lo refrendo. También te elegí yo aunque no te guste".

"Llego con mucha ilusión y muchas ganas de empezar junto a Míchel a planificar la temporada y hacer el equipo", asegura el nigranense. "Es una temporada muy ilusionante para todos. Nuestro objetivo tiene que ser consolidar al equipo en Segunda B y a partir de ahí trabajar con la máxima ilusión para ganar partidos y que la gente esté satisfecha".

Su condición de entrenador novel en Segunda División B no le inquieta. Acepta el escrutinio constante: "Los entrenadores siempre tenemos exámenes y siempre estás intentando mejorar, ganar el siguiente partido, hay retos que superar? Para eso está la ilusión y la ayuda de Míchel, que conoce perfectamente la categoría y a los jugadores. No va a haber ninguna duda. Hay que conocer al contrario, la categoría, pero se trata de intentar ganar. Eso siempre es igual".

Tampoco le agobia a Jorge Otero la exigencia de reemplazar a Borja Jiménez, que fue capaz de situar al Rápido de Bouzas quinto, al borde del play off de ascenso a Segunda. "Debemos tener los pies en el suelo. Lo del Rápido el año pasado ha sido un sueño hecho realidad, con un gran trabajo por parte de todos. Los números dictan en el fútbol. Pero vengo sin ninguna presión. Voy a dedicarme al cien por cien. Después es deporte. Puedes ganar o perder. Pero la conciencia debe estar tranquila con el trabajo que realizas. Pasito a pasito", propone.