Han concluido para el Kaleido Universidade de Vigo las semanas más extrañas de su existencia. El equipo había depositado su permanencia en Honor B en manos ajenas. Burgos y Hernani han cumplido. El XV del Olivo se mantiene en la segunda categoría. La directiva afronta ahora un periodo de reestructuración. El final feliz no borra la angustia sufrida a causa de un sistema de competición tan singular, con consecuencias paradójicas. El Kaleido, por ejemplo, al fin libera al argentino Brizuela, al que ha retenido y pagado durante dos meses sin que finalmente haya tenido que necesitarlo. "Vivir en ese limbo de incertidumbre era una situación rarísima", describe el presidente del Vigo Rugby, Ramón González Babé.

El Kaleido dejó de competir el 18 de marzo. Su victoria por 52-24 ante Durango en la penúltima jornada lo fijaba en la antepenúltima posición del grupo A, con el resultado aún por escribir: permanencia, play off o descenso directo, todo era posible en función de los arrastres.

Aunque el equipo disputó después su partido aplazado con el Oviedo, más como ensayo, y ganó la Copa Xunta, la atención de jugadores, técnicos, dirigentes y simpatizantes se centraba en otras canchas. El Burgos cumplió con los pronósticos y ascendió con relativa comodidad, disipando la posibilidad del descenso directo. El Hernani hizo sufrir más a los vigueses. Tuvo que remontar en Euskadi el 31-27 logrado por el Ciencias en Sevilla. El presidente del Kaleido no disfrutó del 30-17 definitivo; no se lo permitieron los nervios. "Vimos todos los partidos de Burgos y Hernani por streaming en las webs de los clubes. Pero el de Hernani yo no lo vi. Todos nos decían que iba a ser más fácil, que el equipo de División de Honor tendría más ritmo, pero nada de eso".

La situación era realmente angustiosa. Competir en División de Honor durante un lustro fue un sueño. Pero era más importante para el club mantenerse ahora en Honor B: "La siguiente categoría es Regional. Hubiera sido absolutamente inviable mantener toda la estructura que tenemos. Es pasar a la nada".

Al menos la permanencia "ya nos despeja todas las incógnitas", celebra Babé. "Damos el pistoletazo de salida a la reestructuración del club. Empezaremos a programar la pretemporada que viene, con la búsqueda de patrocinadores y la confección de la plantilla". El objetivo está claro: "Consolidarnos y no pasar tantos apuros". Las primeras noticias son positivas. Abadía y Koldo, que tenían dudas, seguirán un año más como jugadores del primer equipo y entrenadores de base.