Roi Rodríguez, palista del Kayak Tudense, ha regresado a casa después de participar en la Copa del Mundo en Hungría. Logró la medalla de bronce en K-1 1.000 metros y la de oro en K-1 500 metros. En la segunda regata estableció un nuevo registro mundial de la distancia. Paró el cronómetro en 1.35.149. El deportista reconoció que "fue una agradable sorpresa. Tenía muy buenas sensaciones para la Copa del Mundo en Hungría. Pero no pensaba que fuera a hacer un tiempo tan bueno en los 500 metros".

Relata que la competición fue exigente al tener que afrontar dos pruebas distintas y que además "las semifinales fueron complicadas, con mucho nivel. En esta Copa del Mundo no hubo ningún momento de tregua". Su mejor momento llegó en K-1 500 metros, cuando logró superar por 166 centésimas a Fernando Pimenta. "Fue todo muy ajustado. Cada detalle era importante. Llegaba en un buen momento de forma y con ganas. Tengo que reconocer que las cosas salieron mejor de lo que tenía previsto", afirmó.

Roi Rodríguez ya tiene en su poder siete medallas en las Copas del Mundo. La primera la logró en 2015. La temporada pasada fue el primer piragüista español que logró dos en una misma competición, gesta que volvió a repetir el pasado fin de semana. El palista del Kayak Tudense comenzará junto a Esteban Alonso su preparación para el Campeonato de Europa que se disputará en Belgrado dentro de tres semanas. Se centrará en la preparación para el K-1 1.000 metros. Si logra clasificarse entre los seis primero logrará la plaza para disputar el Campeonato del Mundo en agosto en Portugal. "Ese es uno de los objetivos de la temporada. Me gustaría asegurar la plaza para el Mundial y no tener que pasar por un control selectivo. Estoy con ganas", resalta.