Hace quince días, Coruxo vivía una tarde amarga tras la derrota en O Vao ante el Fuenlabrada y todo quedaba en manos de la suerte, pues a la obligación de ganar en Madrid había que depender de otros resultados. Dos semanas después, la situación es diametralmente opuesta, pues la igualada lograda el domingo en Mérida acerca la salvación.

La expedición viguesa llegó de Mérida ayer a las seis de la mañana, por lo que Jacobo Montes decidió modificar el habitual esquema de trabajo y concedió ayer la jornada de descanso, volviendo esta mañana al trabajo, ya que no podemos olvidar que el partido se disputa el sábado a las 19 horas en el campo de O Vao.

En la faceta organizativa, el club ya está trabajando en el partido, pues a cada socio le va a hacer entrega de dos invitaciones como muestra de agradecimiento por el apoyo prestado a lo largo de la temporada. Al encuentro también asistirán algo más de un centenar de seguidores emeritenses, que en viajes organizados contarán con las entradas facilitadas por el club vigués en función del aforo de O Vao.

Para los aficionados que quieran acudir al encuentro, el precio de las entradas será de diez euros, por lo que se confía que el campo de O Vao registre un lleno histórico en el día más importante de la historia reciente del club.

Los jugadores entrenados por Jacobo Montes llegan a este último encuentro de la temporada en una importante ventaja, y es que el empate a dos tantos logrado en el Estadio Romano le da a los vigueses un gran margen de maniobra pues además de valer el empate sin goles, hasta le valdría la igualada a un tanto y, por supuesto la victoria para certificar la permanencia. Dos son los aspectos a tener en cuenta en el partido de vuelta del sábado. Jacobo Montes tendrá que trabajar durante toda la semana para aislar al equipo de la euforia que se pueda vivir alrededor del equipo tras el partido del domingo. Tener los pies en el suelo, y pensar que no existe el partido de Mérida puede ser una buena estrategia para que los jugadores no sufran la presión.

El otro punto es importante para la estrategia, y es que El Mérida tiene que salir a ganar el partido, y ya se demostró al domingo que con el equipo volcado al ataque dejan huecos atrás y es fácil sorprenderlos. Si no que se lo pregunten a Higón, que en los minutos finales dispuso de dos claras ocasiones para encarrilar la eliminatoria.

Un partido que será dirigido por el colegiado canario González Francés. Un colegiado que ya estuvo en Vigo, pues dirigió el Celta B-Cerceda en el mes de febrero.