Andrés Iniesta ha puesto punto final a su etapa en la Liga y en el FC Barcelona, en un partido en el que los azulgrana ganaron a la Real Sociedad (1-0), y en el que el capitán barcelonista no se dejó nada para volver a brindar destellos de la magia que aún atesora y que ahora disfrutarán en Asia.

En una noche repleta de emociones, más que de fútbol, Xabi Prieto también salió en los últimos minutos para jugar su último episodio con la Real, con ovación también de un Camp Nou entregado a los dos que dicen adiós.

La primera parte resultó insulsa y, aunque ambos equipos tuvieron sus ocasiones, se notaba que al choque le faltaba un mínimo aliciente, ya que ninguno de los dos se jugaba nada en una Liga ya decidida.

Sin Messi en el campo por segundo partido consecutivo, Iniesta intentó empujar a los suyos cuando el Barça se iniciaba en ataque, pero no tuvo la complicidad que encuentra en el argentino con otros socios, como Dembélé y Coutinho.

La Real tuvo muy pocos problemas para poner en apuros al Barça, y antes del minutos 10, ya había obligado a Ter Stegen a sacar el balón en dos ocasiones, en el minuto 2 a remate de cabeza de William y en el 7 un disparo desde la frontal de Januzaj, en el que el balón acabó en córner.

Iniesta, el jugador más activo de los azulgrana, respondió en el 10 con un disparo raso, que acabó con el balón en el lateral de la meta de Moyá.

La inoperancia de Barça y su escasa chispa delante la resolvió el brasileño Philip Coutinho en una acción individual y en la que volvió a buscar el palo largo con un disparo cruzado para marcar un gran gol al que Moyá no pudo hacer nada (1-0).

La entrada Messi cambió por completo el mapa del partido. La Real quedó bloqueada y el Barça se hizo con el dominio. En el 80 llegó el momento de la noche cuando se ordenó el cambio de Iniesta, quien salió emocionado y entre abrazos de los suyos, con todo el campo en pie coreando su nombre.