El Real Madrid se clasificó para la final de la Euroliga al vencer al CSKA Moscú por 83-92. Pese al mal primer cuarto del Real Madrid, el conjunto de Pablo Laso, de la mano de Luka Doncic, Sergio Llull y los triples consiguió dar la vuelta al partido. El Real Madrid jugará por el título ante el Fenerbahce, que venció al Zalgiris por 76-67, mañana domingo (20.00).

La salida del Real Madrid no fue buena y el quinteto alternativo que puso Pablo Laso de inicio no cumplió con lo previsto en el plan de partido, toda vez que el CSKA finalizó el primer cuarto con 30 puntos en su haber cuando se había hablado de cerrar el aro. Cory Higgins fue la pesadilla inicial del equipo español. La defensa de Jeffery Taylor no surtió efecto alguno y el jugador estadounidense anotó 10 de los 13 primeros puntos de los rusos.

Pero todo cambió en apenas tres minutos, los primeros del segundo acto. Y fue a base de triples. Los que no entraron en un primer momento, entraron todos seguidos, cinco de cinco, con Fabien Causeur, que abrió el grifo, Jaycee Carroll y Sergio Llull como protagonistas. El equipo español consiguió un parcial de 16-27 y se fue al descanso con una mínima victoria, 46-47.

En la reanudación el juego se ralentizó, por la defensa, por la responsabilidad y por los nervios de ambos equipos. El CSKA consiguió un parcial de 5-0 en los primeros 2,30 minutos que le devolvieron el mando del marcador, 51-47. Felipe Reyes, el capitán, comenzó a hacer su trabajo de zapa bajo los aros y los réditos comenzaron a aparecer, 51-57 (m.26).

El 56-63 con el que finalizó el tercer cuarto dejó a los rusos 'tocados' porque en diez minutos no fueron capaces de revertir la situación ni encontrar soluciones a su falta de ideas. Un 5-0 de salida de los moscovitas hizo que el marcador volviera a estrecharse peligrosamente, 61-64 (m.31), pero fue la última vez que amenazaron con remontar. El Real Madrid volvió a abrir hueco y gestionó bien los últimos minutos.