Manuel Fernández alzó esta noche los brazos hacia el cielo en Samil al proclamarse campeón de la 52ª edición del Rallye Rías Baixas. Al volante de un Renault Clío N5 y acompañado por Alejandro Cid en el asiento del copiloto Fernández se impuso en la general por tan solo seis segundos a Jorge Pérez. El tiempo final para el ganador, después de las nueve etapas disputadas -aunque dos tuvieron que ser neutralizadas- fue de 49:06.425. Iago Caamaño, uno de los grandes favoritos al título y el más rápido en casi todos los tramos, se quedó lejos de la cabeza por culpa de un pinchazo en el TC2 en Mondariz que le hizo perder seis minutos.

Diferentes incidentes marcaron el comienzo de la segunda jornada de competición del 52 Rallye Recalvi Rías Baixas. La lluvia caída durante la noche complicó el estado de los tramos y provocó varios percances que afectaron a varios pilotos de cabeza.

Alberto Meira se quedó fuera de la carrera poco después de pasar la meta del tramo de Mondariz y anotarse el segundo mejor tiempo. El de Vincios sufrió una salida de vía y ya no pudo reengancharse a la carrera. En esa misma especial, Iago Caamaño, que llegó como líder provisional de la prueba tras su victoria en el TC 1 Gondomar, perdió más de seis minutos con respecto al primero al tener que parar a cambiar la rueda de su Ford Fiesta R5 que quedó destrozada al ceñir de más en una curva y tocar con una tajea. Todo eso benefició a Víctor Senra, que se anotó el scratch en esa primera especial del sábado y se aupó al liderato provisional de la carrera.

Pero los percances no acabaron en Mondariz. La organización se vio obligada a neutralizar el TC3 Sabaxáns después de que el Ford Fiesta R5 de David González Gil y Gustavo Piris sufriese un aparatoso accidente por salida de carretera, sin graves consecuencias para ellos. Tras el reagrupamiento de Porriño, tocaba afrontar la segunda pasada a Mondariz pero el tramo tuvo que ser neutralizado al encontrarse la caravana de seguridad un vehículo, accidentado en la primera pasada, en medio del recorrido.

Los equipos se dirigieron entonces a Sabaxáns, que deparó otra desagradable sorpresa. El Ford Fiesta R5 de Víctor Senra sufrió una importante avería de motor, con conato de incendio incluido, a 2 kilómetros de la meta y bloqueó el paso del resto de vehículos. Esa circunstancia obligó a dirección de carrera a neutralizar también ese tramo.

Con los grandes favoritos al triunfo final fuera de la prueba, el liderato de la general provisional fue para Manuel Fernández y Alejandro Cid, que mantuvieron un intenso duelo hasta el final con Jorge Pérez y Juan Gándara mientras Iago Caamaño, ya descartado para el título, pulverizaba los tiempos de todas las cronometradas.