Jana Reissova, especialista checa en 400 metros vallas, de 22 años, y sus jóvenes compatriotas Lucie Fialova, Honza Prochazka y Kuba Rez, todos velocistas de entre 17 y 18, se ejercitarán durante dos semanas en Balaídos. Su entrenador, Michal Cerny, tutela su trabajo. David Gómez los cobija. Las viejas pistas, hogar también de la venezolana Nediam Vargas o de la brasileña Nayara Sobrinho, presumen de cosmopolitismo pese a sus costras.

Es Gómez quien ejerce de promotor. El rosaleiro viaja a la República Checa con su pareja, Karolina Puchmertlova, también atleta del Celta. Visitan el antiguo club de Puchmertlova. La federación del país promueve que sus becados viajen al extranjero. Es lo propio de un país pequeño, con ansias de recolectar experiencias. Se busca, además, un clima propicio. Le preguntan a Gómez por Vigo y Gómez lo aconseja y gestiona. Además, les proporcionará alojamiento. El trabajo de gimnasio lo realizarán donde Gómez trabaja, en Saúde&Deporte, a escasos metros de Balaídos.

La labor del céltico se completa con las excursiones. El domingo, como había pruebas en Balaídos, se llevó a los checos a las pistas abiertas de Moaña, que están al lado del mar. "Fliparon", describe y no son los únicos entusiasmados con el entorno. "Ese mismo día colgué fotos y vídeos de la pista. Me ha contactado un entrenador alemán preguntando dónde estaba la pista, si es verdad que tenía playa al lado. Ya me está preguntando también cómo venir". Gómez cree que Vigo y su área podrían ser una alternativa válida a Canarias o el sur de España, destinados habituales de los atletas nórdicos. "Si les vendes un producto con buen clima, es fácil que vengan. Les encanta tener todo tan cerca. El primer día es hice la ruta y les pareció perfecto para entrenar".

"Realmente me gusta. Estoy maravillada por este sitio y muy agradecida a David, que es genial y nos ha dado la oportunidad de estar aquí", asegura Jana Reissova, que admira además la condición olímpica de su anfitrión.

La cuatrocentista enumera los aspectos positivos: "El estadio es asombroso. Todo está muy cerca, la pista, el centro de la ciudad, el gimnasio o el parque (Castrelos), donde tienes las distancias medidas. Puedes ir a enfriar las piernas al mar. Y el tiempo es bueno". Existen inconvenientes, los que también sufren los vigueses y que Jana detalla: "En la República Checa los estadios están abiertos durante todo el día y aquí tenemos que adaptarnos (Balaídos cierra durante tres mañanas de la semana). No puedes venir siempre que quieras y nosotros entrenamos dos veces al día. Y podría ser un poco más moderno o estar más cuidado. De aquí han salido quince atletas olímpicos", exclama. "Pero estamos agradecidos".

Entrenarse en el extranjero enriquece más allá de lo deportivo. "Es bueno psicológicamente. Necesitas cambiar de sitio, explorar nuevas cosas. Es mi primera vez en España. La cultura es diferente, me gusta. La vida va más despacio y calmada que en la República Checa. Allí todo es más estresante, apurado", explica Jana, satisfecha en Vigo. "Definitivamente se lo recomendaré a otros atletas checos. Creo que no será la última vez que venga".