Después de varias campañas quedándose siempre a las puertas, el Valladares al fin lo ha conseguido. Las viguesas consumaron este domingo su ascenso a Nacional después de una temporada casi perfecta, en la que a falta de tres jornadas todavía no conocen la derrota aunque aún les falte añadir otro punto más a su casillero para redondear la gesta con el título liguero. Y lo hicieron solventando con claridad su compromiso ante el Torre (4-0), en un encuentro que fue ya más una fiesta para celebrar el logro. Porque lo importante había sucedido ya por la mañana ya que el Oviedo confirmó que será nuevo equipo de la Primera División. Esto supuso que el Deportivo B, único rival del Valladares por el ascenso, no podía pelear ya por subir a Segunda, una categoría en la que milita su primer equipo. Por lo tanto, el conjunto de Gabi Couñago sabía antes de iniciar su compromiso de la 27ª jornada que había conseguido el objetivo.

Ahora la meta es conseguir cuanto antes ese punto que certifique el título liguero e intentar acabar la temporada invictas. "En los tres últimos años nos habíamos quedado siempre a un punto de subir y este año por fin lo hemos logrado. Estamos ya ascendidos matemáticamente pero quedan tres jornadas y aún no hemos perdido ningún partido y queremos que siga así. Con un punto nos valdría para acabar campeonas pero la idea es intentar acabar sin ninguna derrota", explica Gabi Couñago, entrenador del Valladares.

A pesar de lo que pueda parecer, el entrenador de las viguesas destaca que "posiblemente, ésta haya sido a temporada más complicada de todas por el alto nivel de los equipos. Es cierto que salvo dos empates hemos ganado todos los partidos pero es verdad que no ganamos con holgura. Hemos tenido que trabajar y esforzarnos mucho en cada encuentro".

La continuidad del bloque que llevaba varias campañas llamando a las puertas del ascenso ha sido importantísima para que el Valladares sea por primera vez nuevo equipo de la Segunda. "La plantilla ha sufrido pocos cambios en los últimos años. Quizás esta temporada ha sido la que menos nos hemos reforzado, en la que han llegado menos caras nuevas", explica Couñago, quien, sin embargo, destaca que "lo que sí se ha producido es un cambio en el equipo. La campaña pasada nos hacían gol con cierta facilidad. Ahora somos un conjunto muy sólido. Únicamente hemos recibido 12 goles y apenas hemos encajado en 7-8 jornadas. El resto de los encuentros hemos dejado la portería a cero. Es una pasada".

Después de ya cinco temporadas en el club y, sobre todo, tras haber conseguido el histórico ascenso, todo apunta a que Gabi Couñago continuará en el banquillo del Valladares la próxima temporada en Segunda División. "En principio, la directiva ya me propuso continuar y me imagino que seguiré porque la apuesta del club es fuerte. La idea es que seamos un buen equipo en la nueva categoría y se baraja incluso la posibilidad de crear un filial que ahora mismo no tenemos. Se quiere dar un salto de calidad", puntualiza.

Porque la nueva categoría tampoco asusta. "Cada temporada, el equipo que asciende a Nacional no suele estar abajo por el alto nivel de la Liga que hay en Galicia. Además, tenemos jugadoras con un nivel bueno. Evidentemente, habrá que hacer incorporaciones que nos ayuden a mejorar el equipo y que nos aporten algo más porque en la plantilla ya tenemos muchas jugadoras que conocen la categoría. Con lo que tenemos y si acertamos en las incorporaciones, podemos ser un buen equipo", vaticina Gabi Couñago sobre una próxima campaña que podría requerir un mayor esfuerzo para mantenerse. "Aún no hay nada oficial pero parece que igual hay cambios y se establece una nueva Segunda División B de cara a la temporada 2019-2020 con lo que eso podría suponer que la próxima campaña haya más de los tres descensos actuales. Pero eso aún está en el aire", concluye feliz por el éxito logrado el técnico del Valladares.