La segunda campaña de Pep en las islas ha sido plácida en lo futbolístico, con dominio absoluto de la competición desde el arranque hasta el final -tiene 16 puntos de ventaja sobre el segundo a falta de cinco partidos-, pero movida y polémica en lo personal; sobre todo por la decisión de lucir en su vestimenta durante los partidos y ruedas de prensa el controvertido lazo amarillo.

El lazo se ha convertido en un símbolo de protesta de los secesionistas catalanes para reclamar la libertad de Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, en prisión desde hace casi medio año, y de Joaquim Forn y Oriol Junqueras, encarcelados desde el pasado 2 de noviembre.

La Federación Inglesa (FA), que había advertido en varias ocasiones al técnico sobre el uso de símbolos con trasfondo político, acabó por multarlo a comienzos de marzo con 20.000 libras (22.500 euros) por contravenir las normas publicitarias del organismo.

El asunto del lazo, que ha movilizado a gran parte de la afición del City, que no ha dudado en ponerse del lado de su entrenador, ha acabado por convertirse en una cuestión casi de Estado y recurrente tanto para los medios británicos como los españoles e internacionales en las ruedas de prensa.

También ha despertado cierto recelo en las islas el elevado desembolso realizado por el equipo inglés en los 19 meses de reinado de Guardiola en Manchester para reforzar la plantilla: 526 millones de euros -más de la mitad en defensas. Desde verano de 2016 han llegado al Etihad Stadium jugadores de la talla de Aymeric Laporte (65 millones), Benjamin Mendy (57), John Stones (55), Kyle Walker (51), Leroy Sané (50), Bernardo Silva (50), Ederson (40), Gabriel Jesús (32), Danilo (30), Ilkay Gündogan (27), Claudio Bravo (18) y Oleksandr Zinchenko (2), además de Nolito (18, ahora en el Sevilla), Douglas Luiz (12, cedido en el Girona) y Marlos Moreno (5, en el Flamengo).

Sin embargo, polémicas aparte, el segundo año del técnico catalán en Inglaterra ha sido excelso, y sólo las derrotas a manos del modesto Wigan Athletic (1-0) en los octavos de final de la Copa de Inglaterra (FA Cup) y ante el Liverpool (3-0, en la ida de cuartos de la Champions; y 1-2 en la vuelta) han sido un ligero tachón en su impecable hoja de servicios.

El pasado 25 de febrero, el City levantó en el icónico estadio de Wembley su primer título en la 'Era Guardiola': la Copa de la Liga.

Después de un primer año agridulce, en el que terminó tercero en liga, cedió en octavos de final de la Copa de la Liga y en semifinales de la FA Cup, el preparador de Santpedor pudo, por fin, amarrar su primer entorchado en el banquillo del Etihad Stadium. Después llegaría el batacazo en la Champions, calmado con el título de Liga, el octavo en diez años. Guardiola ya ha sido campeón en España, Alemania e Inglaterra. Tal vez quiera ampliar la relación.