El Manchester City puso fin a una funesta racha de tres derrotas consecutivas, dos en Liga de Campeones y una en la Premier League, con una importante victoria sobre el Tottenham Hotspur en Wembley (1-3) que lo acerca al título de liga.

Después del sorprendente traspié de la semana pasada en casa ante United, una derrota que le impidió conquistar el título ante sus aficionados, y las dos caídas en la Liga de Campeones ante el Liverpool -3-0 en Anfield y 1-2 en el Etihad Stadium-, los hombres de Guardiola necesitaban un triunfo reparador para encauzar el rumbo.

A los 'Citizens' sólo les queda la Premier como objetivo en una temporada en la que ya han levantado la Copa de la Liga pero fueron eliminados antes de lo esperado tanto en la FA Cup como en Champions. Muy temprano se le puso de cara el choque a los celestes ya que a los 22 minutos Kompany encontró entre líneas a Gabriel Jesús y este no falló ante la salida de Lloris para subir el 0-1 al marcador.

Sin apenas tiempo para la reacción 'Spur', el City dobló su ventaja merced a un polémico penalti cometido por Lloris, que derribó en la frontal del área a Sterling. No falló desde los 12 pasos Güngodan, que, con un lanzamiento ajustado al palo derecho, amplió todavía más la diferencia de la visita.

En el tramo final de la primera mitad, en el minuto 42, Eriksen, con una pizca de suerte, recortó distancias y metió al Tottenham de nuevo en el partido. Al mediapunta belga le rebotó en la rodilla un disparo suyo que repelió Ederson y entró manso en el fondo de la portería después de haber recibido un gran pase entre líneas de Kane.

Ya en la segunda parte, y con el Tottenham volcado al ataque en busca del empate, llegó el definitivo 1-3, obra de Sterling. Con esta victoria, el equipo de Guardiola da un paso más en su camino hacia el título de la Premier y podría ser campeón hoy si el West Bromwich, colista de la liga, derrota en Old Trafford al Manchester United.