El Amfiv lo ha vuelto a hacer. Cuando parecía ya complicadísimo, casi imposible, se ha ganado el derecho a depender de sí mismo en la última jornada para acabar la fase regular entre los cuatro primeros y disputar por segundo año consecutivo la Final Four.

La derrota en el último encuentro en el Pabellón Pablo Beiro ante el Ilunion parecía haber enterrado cualquier posibilidad de que los vigueses estuviesen en la cita entre los cuatro mejores. Pero el equipo olívico obró un nuevo milagro al ganar hace siete días a domicilio al líder, el Amiab Albacete y ayer se imponía con solvencia al Casa Murcia Getafe (73-44). Además, los pupilos de César Iglesias necesitaban un doble tropiezo de su predecesor en la tabla, el Rincón Fertilidad Amivel malagueño, para arrebatarle esa cuarta posición. Era una carambola complicada pero posible dado que los andaluces se medían a dos durísimos rivales como Ilunion y Amiab. Los madrileños no fallaron en su pista (80-40) y el triunfo en Málaga esta jornada de los manchegos (55-70) deja ahora en manos de los vigueses completar el sueño. Porque, ahora sí, el Amfiv depende de sí mismo. Un triunfo en la última jornada en la cancha del Fundación Grupo Norte le permitirá cerrar una campaña increíble con el billete a la Final Four de Ávila.

El conjunto de César Iglesias salió ayer a la pista del Pabellón Pablo Beiro dispuesto a solventar cuanto antes su partido frente al Casa Murcia Getafe. Los madrileños, con una plantilla como la viguesa muy corta de efectivos, saben ya desde hace tiempo que están abocados a disputar el play off de permanencia ante el segundo clasificado de la Primera División. Aún así intentaron plantar batalla pero el 11-0 inicial fue una losa difícil de levantar. Envó comenzaba el partido con la muñeca afinada, Zavala sacaba mucho partido de su diferencia de altura (miss match) sobre Lucia Soria y, sobre todo, Alejos con rapidísimas transiciones daban una clara renta a los locales al acabar el primer cuarto (25-8, min.10).

Los visitantes, con el colombiano José Leep como director de orquesta y el sueco Lindblom y el británico Ion algo más inspirados, mejoraban en ataque y amenazaban con engancharse al encuentro (31-18, min.14) pero el Amfiv no quería sustos y once puntos de Alejos antes del intermedio servían para dejar el encuentro casi decidido (46-22, min.20).

La amplitud del marcador provocó cierta relajación en el regreso a la pista de los vigueses, que ya no estaban tan intensos en defensa, circunstancia que Ion y Leep aprovecharon para anotar con fluidez. Eso sí, a pesar de acabar cediendo el parcial del cuarto (12-17), consiguieron mantener la renta estable en torno a los veinte puntos (58-39, min.30).

Los diez minutos finales fueron un trámite. El técnico local aprovechó para repartir minutos entre sus jugadores. Todo ello sin perder la cara al partido y volver a afinar tanto en ataque como, sobre todo, en defensa para cerrar la temporada en el Pabellón Pablo Beiro con las mejores sensaciones posibles (73-44). Queda aún una cita más para completar el sueño.