Fernando Costas es un caso peculiar, que la burocracia deportiva no sabe encajar. Con dificultades tanto anatómicas como intelectuales, el vigués compitió el pasado fin de semana en el Campeonato de España por Comunidades Autónomas para Discapacitados Físicos. Sus resultados en 100, 200 y 400 metros lisos, sin embargo, no se tradujeron en puntos para la representación gallega ni pudo compartir con sus compañeros la alegría del segundo escalón del podio. "Esto duele", confirma su padre y entrenador, del mismo nombre.

Nacimiento prematuro, hidrocefalia, escoliosis, siringomelia, pie derecho equino, decenas de operaciones... Ruindades de la vida que le suponen una clasificación deportiva de T36, reservada a personas con parálisis cerebral o similares, y de T44, equivalente a una amputación de miembros inferiores por debajo de la rodilla, aunque Costas conserva su pierna maltrecha.

El vigués tiene licencia por la Federación Gallega de Atletismo y la Federación Española de Paralíticos Cerebrales, ya que suele competir en pruebas convencionales y para discapacitados intelectuales. De hecho, aunque en una temporada marcada por la infección en un dedo del pie equino que le obliga a calzar una plantilla especial, el gran objetivo de 2018 es revalidar sus medallas como T36 en el Nacional, de finales de junio en Fuenlabrada. Antes, sin embargo, y obligado siempre a buscar pruebas en el escaso calendario paralímpico, quiso competir en ese Campeonato de España por Comunidades Autónomas para discapacitados físicos, a disputar en el Centro de Tecnificación Deportiva "Río Esgueva" de Valladolid.

La Federación Gallega de Deporte Adaptado no expide licencias. Es cuestión de la Española. Y esta le comunicó a los Costas que para concedérsela debía darse de baja de la Federación Española de Paralíticos Cerebrales. Una alternativa totalmente inviable. De ahí que al final el atleta compitiese en el Nacional dentro de la categoría "open": sus resultados y tiempos contaban de manera individual en cada prueba, pero no para la suma total de la selección. Al menos sí tuvieron ayuda financiera: la Federación Gallega les pagó el alojamiento y la firma El Niño, de Javier Guerra, se hizo cargo del viaje.

Costas, que vuelve a tomar antibióticos por su infección en los tejidos blandos del pie, regresa ahora a su planificación de las pruebas reservadas a personas con discapacidad intelectual. En mayo, los días 5 y 20 de mayo, le esperan los mítines de Hospitalet y Basauri. A finales de junio intentará repetir su cosecha de medallas en el Campeonato de España.