El Alondras juvenil selló ayer al mediodía su permanencia en División de Honor en la última jornada. Los cangueses sumaron un empate sin goles ante el Atlético Perinés. El punto les garantizaba la salvación, que fue celebrada por todo lo alto con el numeroso público presente en las gradas.

Sin embargo, el choque no fue ni mucho menos un camino de rosas para los rojiblancos. Y es que el dominio y la sensación de peligro fue mayor por parte del conjunto cántabro.

El Alondras apostó por juntar líneas para neutralizar los ataques del conjunto visitante. Pese a todo, los nervios aparecieron en varios momentos del juego para los cangueses. La responsabilidad de salvar la categoría era alta y los locales cometieron varias pérdidas de balón peligrosas en la salida del juego desde atrás. Pudieron costarles caro.

En el tramo final el míster José Antonio Rodríguez reforzó el medio del campo con la entrada de Iago. El Alondras cedió la mitad del terreno de juego al Perinés, pero en esa fase defendió con mucho criterio y consiguió sellar la permanencia después de tres semanas buscándola.

Tras la fiesta, el entrenador local quiso agradecer el trabajo de su plantilla. "Los jugadores que acabaron la temporada lucharon por conseguir una permanencia muy meritoria. Somos los más humildes de la categoría y permanecer en División de Honor es como ganar un título", explicó.