El intenso viento que azotó en la tarde de ayer el Baltasar Pujales de Bouzas interfirió de forma clara en el desarrollo del partido que disputaron aurinegros y merengues y que finalizó con reparto de puntos.

Un encuentro que comenzó antes de que el colegiado indicara el inicio del mismo, pues en el sorteo protocolario la suerte cayó del lado del Rápido, y Yago Pérez no dudo en pedir jugar a favor del viento, por aquello de contar de partida con una importante ayuda.

No hicieron faltan muchos minutos para conocer el desarrollo de la primera mitad. Los saques de puerta de Belman, guardameta merengue, se encontraban con muchos problemas para pasar del medio del campo, y esa circunstancia hizo que los jugadores entrenados por Santiago Solari no se hallaran cómodos sobre el terreno de juego. Todo los contrario de los boucenses, que no tardaron demasiados minutos en hacerse con el control del centro del campo. De hecho, Pedro García dispuso a los cuatro minutos de la primera gran ocasión con un remate de cabeza que salió fuera por muy poco.

A los jugadores del Rápido no les costaba demasiado recuperar el balón. Yago Pérez aportaba consistencia al centro del campo aurinegro, permitiendo que Deivid y Diz subieran con comodidad por las bandas. De hecho, estos dos jugadores dispusieron de una buena oportunidad, a los quince minutos, cuando Diz dispara con fuerza estrellándose el balón en el cuerpo de Belman.

La presencia del Real Madrid Castilla en ataque era escasa. De hecho, su primera aproximación llegó mediado el periodo, y fue en una jugada a balón parado que Cristo remató suave a las manos de Brais. La ocasión del filial fue un espejismo, ya que el Rápido mantenía el control del centro del campo y disfrutaba de las mejores llegadas al área, aunque sin ser capaces de aprovecharlas, como la que tuvo Kaxe a la media hora de juego, cuando Javi Sánchez le saca el balón al delantero aurinegro cuando se disponía a rematar. Una jugada en la que el delantero del Rápido se lesionó sin poder salir en la segunda parte.

Pero la mejor ocasión fue para Cristo a cinco minutos para el descanso, cuando Colo despeja en corto y deja el balón a los pies del delantero canario que con la portería vacía tarda en reaccionar y dispara flojo permitiendo que Brais se recupere y atrape el balón.

En la segunda parte la decoración cambió. Se mantenía el intenso viento y el Real Madrid Castilla jugaba con esa ventaja, y en el minuto cincuenta y cuatro un saque de esquina es rematado por Óscar de cabeza al palo.

La ocasión de los merengues fue un toque de atención para el Rápido, al que le costaba jugar, teniendo los mismos problemas que los madrileños en los primeros cuarenta y cinco minutos. Sin embargo, el viento fue bajando su intensidad, lo que le permitió al Rápido poder estirarse y sacarse de encima la presión de los merengues. El encuentro se había igualado y el partido se convertía en un ida y vuelta, pues el Real Madrid Castilla ya no era el equipo timorato del primer tiempo y se estiraba buscando la oportunidad de acabar con la igualdad inicial.

Borja Jiménez fue más atrevido que Solari a la hora de afrontar los minutos finales del encuentro. Pedro García se había colocado como hombre más adelantado ante la ausencia de Kaxe, pero jugaba muy cerca de Carlitos y había veces en la que los dos jugadores se molestaban. Jiménez buscó la portería madridista con la entrada de Caba en una banda, recolocando a Carlitos en otra y poniendo como ayuda de Pedro García a Adrián Rodríguez.

Fue Pedro García quien dispuso de la última gran ocasión del Rápido, con un potente disparo a diez minutos para la conclusión del encuentro, que se estrelló en el cuerpo de Belman. Óscar tuvo la última oportunidad del partido, con un disparo que despejó Brais.