El Frigoríficos del Morrazo vivió ayer su particular Sábado de Gloria y comienza a creer con más fuerza en la llegada del Domingo de Resurrección. El conjunto cangués se impuso al MMT Seguros Zamora (22-21) en un igualadísimo choque y se coloca a solo dos puntos de la zona de salvación. Lo hizo de forma agónica, gracias a un milagroso lanzamiento de Nikola Potic desde más de once metros que atravesó la portería de Carlos Calle mientras sonaba la bocina y O Gatañal estallaba de júbilo, rompiendo los sonómetros con una sobredosis de decibelios.

En época de procesiones, los fieles de esa religión alternativa que en Cangas es el balonmano no faltaron a una cita vital. En lugar de capuchones, camisetas del Frigoríficos; en lugar de cirios, bombos y palmas; y en lugar de recogimiento y reflexión, pasión para llevar a los suyos en volandas. Así, O Gatañal registró una de las mejores entradas del curso.